Antes de que Jean-Michel Basquiat se convirtiera en una de las principales estrellas del arte de la década de 1980, era un niño de Brooklyn que prosperaba en la escena musical y artística del centro de Nueva York a fines de la década de 1970.
En 1979, y a los 19 años, el artista se mudó a un departamento abandonado en East 12th Street en Manhattan con su entonces novia, Alexis Adler. La casa, un sexto piso sin ascensor, estaba deteriorada y escasamente amueblada. Basquiat, arruinado y sin poder pagar lienzos, pintó con abandono en las paredes y el piso, e incluso en la ropa de su novia.
El único artículo de la casa que permaneció sin mancharse fue el estéreo de Adler, que ocupaba un lugar privilegiado en un estante rescatado de la calle.
“Lo principal para nosotros era tener altavoces grandes y un estéreo a todo volumen. Esos fueron los únicos muebles que compré yo misma y que eran indispensables para Jean”, ha comentado Adler, que hasta hace poco todavía vivía en aquel apartamento.
Cuando Basquiat estaba cerca, recuerda, "la música sonaba todo el tiempo".
El jazz fue el estilo musical que constituyó la mayor parte de la enorme colección de discos de Basquiat, el que se cierne más como fuente de inspiración personal para él y como tema.
Los gustos de Basquiat eran eclécticos; para él, podía sonar Curtis Mayfield, Donna Summer, Bach, Beethoven, David Byrne, Charlie Parker, Miles Davis, y Aretha Franklin; también sonaban el álbum “Metal Box” de Public Image Ltd. Al final, la influencia de la música fue enorme para él.
Hacia el final de su vida, Basquiat acumuló una colección de más de 3 mil álbumes que abarcaban blues, clásica, soul, disco e incluso zydeco, un tipo de música popular del sur de Luisiana.
Fue tanto su amor por este arte que también creó su propia música con el líder de una banda llamada Gray, un cuarteto de ruido de arte experimental, que explotó el Beat Bop y el sonido de DJs en lugares como el escenario Mudd Club en TriBeCa.
Basquiat también hizo frecuentes referencias en su obra a los músicos que más admiraba. En pinturas como "Bird on Money", "Charles the First" y "CPRKR". “Max Roach” hacía guiños a la visión y el estilo de bateristas de jazz y de bebop.
Basquiat se dedicó especialmente a ese género en sus años más adultos. El amor de Basquiat por el bebop impulsó su arte, y sentó las bases para sus pinturas más llamativas.
Basquiat, quien murió de una sobredosis de drogas a los 27 años, alcanzó alturas vertiginosas durante su corta carrera, una donde la música fue tan importante como el pincel y la imaginación.
Cundo murió el 12 de agosto de 1988, Debbie Harry, la líder de Blondie, a lado de otros músicos como David Bowie, se volvieron colectores de su arte, expresando tal vez una de las miles de formas de cuánto lo quisieron.