Cuando llegó 1990, en Estados Unidos, Nirvana era la voz de la generación y el sonido definitivo el género reinante, el grunge; pero en el Reino Unido, desvanecían los Stone Roses y Happy Mondays para ser rebasados por una escena más introspectiva, caracterizada por acentos regionales y la cultura de clase trabajadora, un movimiento al que más tarde se le definiría como el Britpop.
Dicho gäenero representó una reafirmación de las virtudes de la composición y la interpretación del pop clásico: melodía fuerte, verso-coro-verso, y un entregado sonido a la guitarra, bajo y batería que citaba a la cultura de la década de 1970 pero se juntaba cordialmente con las escenas rave de finales de la década de 1980.
Aparte de las influencias musicales que fueron siendo definitivas en el movimiento que se oficializaba en 1994 con la llegada de Definitely Maybe, el álbum debut del grupo británico Oasis, había otras características que diferenciaban al Britpop, que, en contraste con el grunge, usó coros y ganchos más suaves y melódicos, pero con referencias locales y declaraciones políticas que dieron a la música británica el tipo de lirismo más honesto y directo que estaba deseando.
Durante los siguientes años, las bandas del género encabezaban las listas de éxitos y la competencia entre bandas exploraba en los medios y en las ventas de álbumes. Para cuando llegó el nuevo milenio, en el año 2000, este sonida era ya objeto de una reflexión nostálgica entre la audiencia global.
Nacido cuando la era de MTV estaba probablemente en su apogeo, había un fuerte elemento visual en el Britpop, uno que se desplegó con una feroz energía que incluso atrajo a figuras como David Bowie y las Spice Girls, quienes también resperentaron al género, haciéndola más que una gran colección de canciones, sino como una explosión cultural popular análoga a las décadas anteriores.
Sus exponantes llevaron el rock alternativo británico a la corriente principal, formando la columna vertebral de quizá el movimiento cultural británico más grande de la nación, el llamado Cool Britannia, un término usado para celebrar una Gran Bretaña moderna y orientada hacia el exterior con un nuevas industrias y tipos de fuerza laboral.
Tony Blair le da la bienvenida a Noel Gallagher después de ser elegido en 1997 como parte de su esfuerzo por convertir al Reino Unido en una potencia cultural. Fuente: Rebecca Naden | PA | The Guardian
Más que un sonido, el género fue un sentimiento de optimismo social y cultural en el extranjero y en el Reino Unido. Conectó deliberadamente la cultura contemporánea de la generación más joven con el legado cultural de las generaciones mayores, lo que fortaleció la imagen del país como una nación de gran música pop.
Tras la explosión que fueron estos años, hacemos una breve lista de las bandas que mejor vendieron música e identidad pop británica a los ingleses, recuerdos que bien parecen lejanos, pero que pueden ser invocados con la música, una aún capaz de poder desbloquear sentimientos.
Blur
The Verve
The Stone Roses
Oasis
Pulp
Suede