Sin miedo a equivocarnos, podemos decir que la carrera de Haruki Murakami como escritor comenzó al clásico estilo de Murakami: de la nada, en el escenario más ordinario posible, pues una verdad mística descendió repentinamente sobre él y cambió su vida para siempre.
Debido a que Murakami siempre se ha considerado un extraño en su propio país es que todos los lugares que presenta en sus historias los muestra como fascinantes universos paralelos.
La estructura básica de sus relatos —la vida ordinaria alojada entre mundos incompatibles, pero accesibles para cualquiera— es también la de su vida diaria.
Por eso hoy, 12 de enero, día en el que nació el famoso escritor japonés Haruki Murakami, decidimos hablar de cuatro lugares en Tokio que resultan clave tanto en su vida, como en su obra, para celebrar su cumpleaños número 74.
Estadio Jingu
El estadio Jingu, ubicado en el centro de Tokio, es el segundo estadio de béisbol más antiguo de Japón y el hogar de las famosas Golondrinas de Yakult.
Aquí es donde Haruki Murakami descubrió en 1978 que podía escribir una novela y esto precisamente lo narra (y de qué forma) en el libro Wind/Pinball.
De acuerdo con el texto (que por acá puedes consultar si tienes curiosidad), el ahora mundialmente famoso escritor asegura que fue una tarde de abril cuando su equipo jugó contra las Carpas de Hiroshima y él supo que podía escribir una novela (o al menos eso sospechó).
Cuando el bate de Dave Hilton, de las Golondrinas de Yakult, encontró la pelota y esto resonó en todo el estadio fue, literalmente, la señal que hizo que supiera que se convertiría en un escritor, lo que él mismo calificó en dicho libro como una especie de revelación que no contaba con fundamento alguno.
En un partido de las Golondrinas de Yakult contra las Carpas de Hiroshima, Murakami supo que escribiría una novela. Fuente: LITHUB
Complejo Meiji Jingu Gaien
Esta ruta es la que más le gusta correr al escritor en Tokio y de la que tanto habla en sus libros como De qué hablo cuando hablo de correr.
Durante más de tres décadas, Haruki Murakami ha vivido una vida sumamente organizada, como la de un monje, en la que cada faceta ha sido diseñada con precisión para ayudarlo a producir su trabajo.
Casi todos los días corre o nada largas distancias, lleva una dieta saludable, se acuesta alrededor de las 9 PM y se despierta, sin alarma, alrededor de las 4 AM para dedicar de cinco a seis horas a escribir totalmente concentrado.
En el otoño, la ruta de Meiji Jingu Gaien se torna amarillo brillante, rojo y naranja. Fuente: Japan Travel
Hotel Okura
1Q84 es uno de los proyectos más ambiciosos de Haruki Murakami debido a que es una novela masiva que lleva al lector a brindar una mirada a todo tipo de lugares en la región japonesa de Kanto.
Una de las escenas más importantes y extrañas de la novela tiene lugar en el Hotel Okura, el cual desafortunadamente fue reconstruido en su totalidad, lo que hace difícil imaginar todo lo planteado por Murakami.
El ala sur del Hotel Okura, que es menos popular que el resto, todavía está en funcionamiento. Fuente: The Murakami Pilgrimage
Denny’s
Denny's a medianoche, el escenario de la apertura de la novela After Dark, es un clásico y por eso acudir a uno de estos restaurantes que tanto le gusta a Murakami para volverse hiperconscientes de la música incidental, ascensos y descensos y las formas de las orejas de las personas resulta en una verdadera experiencia.