Agatha Christie dio a la literatura inglesa su identidad de misterio y suspenso debido a que fue la creadora de personajes inolvidables como Hercules Poirot.
Hace 46 años, el 12 de enero de 1976, murió Agatha Mary Clarissa Miller, mejor conocida como Agatha Christie, escritora de grandes novelas del género policiaco.
Nació en Torquay, Reino Unido, el 15 de septiembre de 1890. Estudió canto, baile y francés, y durante la Primera Guerra Mundial participó como enfermera en la Cruz Roja, lo que posteriormente influenciaría en su profesión como escritora debido a que los asesinatos en sus novelas se realizaban con diversos venenos.
Tras protagonizar un divorcio escandaloso y realizar varios viajes alrededor del mundo, Agatha Christie introdujo durante la segunda década del siglo XX a sus personajes más emblemáticos: Miss Marple y el detective Hércules Poirot.
El capítulo más misterioso de la vida de esta célebre escritora es, sin duda alguna, su repentina desaparición por un lapso de 11 días en 1926.
En aquel momento Agatha Christie contaba con 36 años y estaba en pleno ascenso a la fama. El episodio se dio el 4 de diciembre de aquel año. Un día después de que fuera notoria la ausencia de la escritora en casa, su automóvil fue encontrado a punto de desbarrancarse y, aunque era una fría noche de invierno, su abrigo fue hallado en las inmediaciones.
Todo el mundo la buscó desesperadamente, desde la Policía de Inglaterra, periodistas y hasta el reconocidísimo escritor Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes.
Agatha Christie fue encontrada sana y salva el 15 de diciembre, pero jamás dijo ni una sola palabra sobre dicho acontecimiento. Ese secreto se lo llevó, literalmente, a la tumba.
En sus casi 80 novelas y obras de teatro (en la fotogalería consignamos las cinco más importantes), Christie recurrió a un juego limpio con el lector, el cual consistía en darle todas las herramientas para que él mismo descubriera quien realizó el crimen.
Por su legado y labor a las letras, la reina Isabel II nombró a Christie Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico en 1971. Cinco años más tarde, un 12 de enero, la famosa escritora falleció por causas naturales.