Seguramente alguna vez has visto una obra de teatro japonesa, ya sea en vivo o en películas, donde los actores tienen un maquillaje blanco brillante, llevan puesto el famoso kimono y la música viene de instrumentos tradicionales de ese país. Ese tipo de teatro se llama Noh y es de los más antiguos del mundo.
El Noh pertenece a una antigua tradición japonesa. Se tienen registros de que el Noh es una mezcla de bailes japoneses y chinos desde los siglos VI y VII, por ello en sus representaciones vemos antiguas fiestas del Japón provenientes de la religión Shinto. En épocas de precariedad, este teatro llevó mensajes de aliento a la población.
Noh significa talento o habilidad, aunque también se interpreta como realización. El Noh, el Kyogen, el Kabuki y el Bunraku con cuatro formas del teatro clásico japonés. En ocasiones, el Noh incluye en sus representaciones a la corriente Kyogen.
El teatro Kyogen hace reír a la gente con actuación, danza, poesía, oralidad y mímica, artes con carga budista Zen.
Paradójicamente, el Noh y el Kyogen se desarrollaron de manera conjunta en el escenario y son inseparables, pero son opuestos en sus esencias.
En las historias del Noh, además de los actores hay músicos, coristas e intérpretes.
Las representaciones de este arte se dividen en cinco rubros: dioses, hombres, mujeres, lunáticos y dementes, y demonios.
En la escenificación de los dioses la atención se centra en el encuentro de un sacerdote con una divinidad; en la de los hombres se habla del espíritu de guerreros caídos en el infierno después de su muerte, mientras que en la de mujeres reluce un espíritu femenino con una danza.
Sea cual sea la categoría, el argumento central es el karma budista o la consecuencia de los actos.
Aunque el lenguaje que utilizan los actores en este tipo de teatro es japonés antiguo que solo utilizaban los nobles, sigue siendo una forma tradicional de entretenimiento en Japón.
La UNESCO nombró al teatro Noh como Patrimonio de la Humanidad.