La labor que Josseline Pinto realiza como curadora de arte es crucial ya que sin su criterio, el trabajo que realizan varios artistas a la hora de exponer no cobraría mucho sentido ante nuestros ojos.
Un curador es, si somos muy concretos, la persona que elige las cosas que veremos de determinada manera y que pone sentido a dicha presentación.
La guatemalteca Josseline Pinto, de 26 años, es precisamente curadora independiente y docente.
También fue co-fundadora y directora del proyecto curatorial MANIFESTO-espacio, dedicado a la exhibición, formación, investigación y producción de arte contemporáneo y desde 2018 es docente de los cursos “Teoría del Arte Contemporáneo” y “Estudios Curatoriales” en la Escuela Municipal de Artes Visuales.
Además fue productora de la 22 Bienal de Arte Paiz en Guatemala y trabajó como curadora educativa para la Fundación Nacional para las Bellas Artes y la Cultura FUNBA.
Actualmente Josseline Pinto es curadora para La Galería Rebelde, en Guatemala, así que te invitamos a conocerla un poco mejor a través de Bio Fahrenheit.
¿Estudiaste arte o eres autodidacta?
Soy Licenciada en Historia del Arte por la casa de estudios Casa Lamm, pero aprendí a hacer exhibiciones en la práctica, queriendo hacerlo sin saber a lo que me metía.
Describe tu profesión en una frase.
Ser curadora de arte es una conversación eterna con los artistas, las obras, los espacios y sus experiencias.
¿Cuál fue la primera obra que te marcó para iniciar tu camino en el arte?
Voy a hablar de la primera exposición que marcó mi camino para iniciarme en la curaduría. Se trata de un proyecto expositivo llamada MANIFESTO-espacio que tuve durante cinco años en la Ciudad de Guatemala.
El espacio funcionaba solo de noche y de día era el salón de eventos de un restaurante. De 5 p.m. a 10 a.m. nos dejaban desocupar todo el espacio para crear exposiciones efímeras de video, instalación y performance con artistas jóvenes de Centroamérica y México que debían quitarse la misma noche para usar el espacio al día siguiente, lo que nos permitía pensar en montajes y proyectos efímeros y cambiantes que pudieran utilizar las mismas concepciones de temporalidad del espacio en las obras.
Hicimos proyectos muy experimentales que fueron valiosos para las carreras de los artistas, pero sobre todo para formarme con mucha responsabilidad en la curaduría y aprender cómo trabajar para el arte y los artistas y no al revés. Como este proyecto era efímero, para mí era muy importante la documentación. Mantenemos un archivo digital de todas las exposiciones del proyecto en www.manifestoespacio.com
Lugar de inspiración o reflexión.
Mi casa en completo silencio, en mi escritorio frente a mi computadora. El silencio es importante.
¿Cuál es tu punto de encuentro favorito con los amigos?
Sobre la bicicleta. Soy la curadora que llega en bicicleta al trabajo y mis amigos los encuentro sobre la bicicleta también.
¿Cuál fue tu primera exposición?
Mi primera exhibición se llamó 1-4-7 y fue una exposición de fotografía contemporánea en MANIFESTO-espacio.
Tres creadores que admiras.
Margarita Azurdia, artista guatemalteca de pintura, escultura y performance.
Luz Méndez de la Vega, poeta, docente y escritora guatemalteca.
A las mujeres de las artes en Guatemala porque es un país que odia a las mujeres, así que es admirable que sean las mujeres las que están a cargo de la cultura.
¿Qué significa para ti crear?
Crear, desde la curaduría, es abrirse al diálogo y a la conversación. Un curador crea conexiones y vínculos entre ideas, imágenes y formas para crear conversaciones y encuentros. Para mí crear es propiciar el diálogo, entre formas, objetos, discursos y personas.
¿Qué es lo que más importante en tu día a día?
Marcar como finalizada la tarea #1000 de mi checklist de pendientes. (Workaholism is a disease. HELP!)
En tres palabras, ¿cómo te describen tus cercanos?
Espero que con palabras positivas y no con: siempre está ocupada.
Algo que quieras agregar.
Actualmente trabajo como curadora para La Galería Rebelde, una galería de arte contemporáneo en Ciudad de Guatemala dirigida por Jimena de Tezanos que ha creado una importante plataforma para artistas latinoamericanos y ahora para curadores.
Para La Galería Rebelde tuve la oportunidad de curar ya tres exhibiciones que me han permitido conocer artistas de gran renombre y conversar también íntimamente con artistas jóvenes cuyas obras me invitan a pensar a otro nivel.
La primera exposición que curé para la galería fue un show internacional en el marco del evento TogetherArts, en Miami Beach, para el 2021. Trabajamos en esta muestra con la obra de María Adela Díaz, una de las primeras artistas de performance en Guatemala; Alonso Cedillo, artista mexicano de nuevos medios y post-internet art que creó toda una instalación con inteligencia artificial y Clara de Tezanos, cuyos relojes de sol viajaron a la terraza del lugar donde fue la exhibición para llenar de color el tiempo contado por la luz del sol.
También tuve la oportunidad de curar la primera exhibición del año 2022, una colectiva de artistas representados por la galería alrededor del arte textil, para pensar la historia del textil en el arte y también adentrarse a los procesos personales de los artistas trabajando con el medio.
Además, la curaduría del Booth para la edición 2022 de Zona Maco fue un reto para pensar en la espacialidad y el diálogo entre artistas cuyas obras se entrelazan en intereses muy particulares. Ha sido una experiencia maravillosa tener tan de cerca el acceso a trabajar con artistas internacionales y sobre todo pensar en la curaduría como un ejercicio colectivo donde el diálogo entre el equipo de La Galería Rebelde es vital para la creación de una experiencia también colectiva.