El 13 de noviembre de 1968 se estrenaba en Estados Unidos la película Yellow Submarine, el filme musical de animación inspirado en el tema compuesto dos años atrás por Paul McCartney y que fue dirigido por George Dunning.
Pero fue Heinz Edelmann el capitán de ese submarino debido a que se encargó de la dirección artística y del diseño de producción, que fue lo que realmente lo convirtió en un clásico del cine de animación.
Edelmann nació en Checoslovaquia en 1934. Después de estudiar en la Academia de Arte de Düsseldorf, se convirtió en un exitoso ilustrador, dibujando caricaturas satíricas para el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Comenzó su carrera como diseñador de carteles de teatro y proporcionó ilustraciones de portada para la revista juvenil Twen y también para la revista Schule, cuyas ilustraciones recuerdan extrañamente a las caricaturas de Edward Lear.
Autorretrato de Heinz Edelmann como Mickey Mouse, 1985. Foto de: Gerd van Rijn | DAMN Magazine
Heinz se fue haciendo de un lugar en el gremio gracias a que la producción de revistas en la década de 1960 era relativamente primitiva, así que optó por basarse en trucos tipográficos que significaron una gran innovación para la época. En ese tiempo también ilustró libros para niños, que también trascendieron gracias a tácticas como el sombreado rápido y el dinamismo de la figura.
Durante la década de 1950, Edelmann se mudó hacia la publicidad, específicamente con la agencia de Colonia Putz, y también como profesor, que fue su principal ocupación durante los últimos años de su vida.
Su profesión lo llevó a trabajar en varios países, incluidos Alemania, Inglaterra y los Países Bajos, pero a pesar de su notable éxito, no fue hasta la década de 1960, cuando se involucró en el desarrollo de la historia de los Beatles, donde creó el estilo de dibujo, que finalmente alcanzó el pico de su éxito.
En esos años, más concretamente en el verano de 1967, mientras el ilustrador estaba en la cúspide de su gremio, Al Brodax, entonces presidente de King Features, una compañía que distribuye contenido (incluidas tiras cómicas) a los periódicos, le había pedido al gerente de los Beatles, Brian Epstein, que convirtiera su exitosa canción Yellow Submarine en una película. Sin embargo, el presupuesto y el cronograma de producción fueron una solicitud demente.
Fue entonces que se juntó con Joe D'Angelo, un joven gerente comercial, y empezaron a averiguar urgentemente cómo financiar un largometraje con la banda más popular del mundo, porque además, la película debía estar terminada en once meses.
Un buen día que la histeria para los arreglos de la película incrementaban, los productores de la película, Brodax y Epstein, visitaron la Tate Gallery y quedaron impresionados por los colores de Edelmann, que exhibía varias obras en ese momento, decidiendo que él debería de ser el director artístico del proyecto, ya que era capaz de realizar visiones coloridas y entrañables.
Aunque era un fumador empedernido, Edelmann insistió en que nunca había tomado LSD y que su conocimiento de la experiencia psicodélica era de segunda mano, cosa que pensaría que le limitaría el trabajo, ya que la banda era muy aficionada de la droga, pero no le impidió ser el elegido.
Después de un año de inmensa presión, King Features entregó el Yellow Submarine a tiempo. Con el gran resultado, D'Angelo ascendería a presidente de la compañía unos años más tarde, mientras la propuesta visual de Edelmann se iría a convertir en la firma visual de la generación entusiasta de las drogas de las décadas de 1960 y 1970.
La película cambiaría fundamentalmente la forma en que los espectadores experimentarían la animación. Ahora, estudios como Pixar y Dreamworks hacen películas fantásticas que ganan miles de millones de dólares y generan franquicias. Estos estudios, así como algunas de las caricaturas más populares y queridas de los últimos 30 años, tienen una deuda de gratitud con Yellow Submarine, que con frecuencia es nombrada una de las películas animadas más influyentes de la historia, sirviendo como modelo para las caricaturas modernas, desde Los Simpson a Hora de Aventura.
Al final, el encanto general de la película es el choque de la música y el arte, representados por The Beatles contra la rigidez y el aburrimiento, que son los Blue Meanies, otros personajes complejos cargados de connotación política. Pero la película también se deleita con el simbolismo de la quietud entre el caos.
Tras el éxito, Edelmann fue profesor en la Academia Estatal de Arte y Diseño de Stuttgart hasta 1999, cuando se convirtió en profesor de ilustración en la Academia Estatal de Bellas Artes de la misma ciudad.
También diseñó la portada de la edición alemana de El señor de los anillos e hizo ilustraciones para una edición de El viento en los sauces de Kenneth Graham.
Heinz Edelmann murió de una enfermedad cardíaca e insuficiencia renal el 21 de julio de 2009, a los 75 años.