Black Villa, proyecto hecho por el arquitecto iraní Reza Mohtashami, aún no existe físicamente y ya está en boca de medio mundo gracias a su innovador diseño en el que su techo ajardinado es el centro de atención.
Lo anterior se debe a que para construir Black Villa, Mohtashami tendría que destruir parte del paisaje del Parque Harriman, el segundo parque estatal más grande de Nueva York, ubicado a 48 kilómetros de Manhattan.
La cubierta ajardinada brinda valor al inmueble debido a que reducir el consumo de energía en un 0.7% al actuar como un fantástico aislante natural contra el calor y el frío.
A nivel estético, este techo ajardinado resulta una gran opción ya que el verde de las plantas contrasta con los grises y negros creando una sintonía cromática perfecta e inigualable.
Esta mansión contará en total con un área de 400 metros cuadrados construidos en un amplio terreno de más de 9 mil metros cuadrados.
Además, Black Villa presenta un diseño de interiores impresionante y diáfano con espacios dotados de luz natural e integrados con el entorno, destacando especialmente una gran sala de estar con un techo acristalado que ocupa la mayor parte del espacio y que aporta una calidez única al ambiente.
Los cálidos suelos de madera contrastan con la piedra, el cemento y el aluminio consiguiendo así un diseño único y repleto de matices.
Por lo tanto, Black Villa es un inmueble que presenta terminaciones impecables y espacios amplios en los que las zonas acristaladas son las auténticos protagonistas sin olvidar además, al color negro, tonalidad que juega un papel crucial aportando al diseño una sobriedad y elegancia únicas.