Nada como el arte para poner en perspectiva los problemas, las pérdidas o la vida misma, y relajar la ansiedad que implica un clavado autorreflexivo. La cultura popular tiene un bálsamo contenido en un refrán que dice “no veas la hoja del árbol; ve todo el bosque”. Pero para quien no le baste la sabiduría oral, está la instalación de la suiza Pipilotti Rist, en el Museo de Bellas Artes de Houston: Pixel Forest and worry Will Vanish.
La misma puesta es un ejemplo de que la paciencia nos lleva a mejores lugares para tomar decisiones y desvanecer la preocupación inicial, pues la instalación de Rist se inauguró en 2017. Pero se interrumpió su exhibición muy al inicio debido al huracán Harvey. Sin embargo, Pipilotti Rist tomó una cucharada de su propio chocolate y tuvo que imaginarse el bosque, para que desapareciera la ansiedad. Y lo logró.
Actualmente, desde el 12 de marzo y hasta el 4 de septiembre, el Museo de Bellas Artes de Houston alberga la instalación de la artista suiza, en la que mediante recursos muy sencillos logra la metáfora de la inmersión a un bosque, reduciéndonos a la perspectiva del ojo de gusano de la que hablaba el vanguardista ruso Ródchenko.
Rist nos encoge la percepción –al volvernos espectadores microscópicos– y agiganta la experiencia. Propone un recorrido breve, sencillo, pero profundo, a un suerte de bosque sublimado por las luces enclavadas y pendientes de un cordón, y un video de imágenes naturalistas agrandadas desde el lente macro de una cámara.
Doble inicio
Cuando Pixel Forest and Worry Will Vanish se inauguró el 12 de marzo en el Museo de Bellas Artes de Houston, no era la primera vez que uno de los entornos de video inmersivo de Pipilotti Rist se apoderaba de Cullinan Hall.
El programa hizo su debut inicial en Space City en 2017, aunque la duración prevista de tres meses fue interrumpida por el huracán Harvey.
Ese año, el director del MFAH, Gary Tinterow, instó a Alison de Lima Greene, curadora de arte moderno y contemporáneo de Isabel Brown Wilson en el MFAH, a acelerar la compra de Pixel Forest and Worry Will Vanish luego de un viaje a Manhattan, donde el trabajo del artista estuvo a la vista en el New Museum.
La obra de Rist es más festiva que militante. Ella se apoya en el poder y la autoridad dentro del mundo actual de las mujeres. Y, ella es una técnica talentosa.
La generación actual está bien versada en la codificación de video. Ese no fue el caso cuando Pipilotti Rist incursionó por primera vez en la realización de películas en Super 8 y videos inspirados en MTV. En su trabajo inaugural, un video musical deconstruido titulado I'm Not the Girl Who Misses Much, que imita una letra de Happiness Is a Warm Gun de los Beatles, se ve a Rist bailando en topless, parcialmente vestida con un traje negro. Un interludio similar, brevemente desnudo, reaparece en el regreso Pixel Forest and Worry Will Vanish, que en realidad son dos instalaciones diferentes, expuestas en el mismo salón.
Esta experiencia reúne dos obras de las colecciones del Museo de Bellas Artes de Houston: Pixel Forest, una instalación de miles de luces led colgantes, y Worry Will Vanish, una proyección de video que lleva a los espectadores a un viaje onírico a través del paisaje natural, el cuerpo humano y los cielos.
Rist, quien estuvo presente cuando la expo se instaló por primera vez en este museo, anima a los visitantes a ver el bucle de video Worry Will Vanish, de 20 minutos, al menos dos veces. De lo contrario, se perderán algo. También sugiere sentarse, si es posible. Para eso están los pufs y unos cuantos taburetes de madera. Estar de pie puede provocar sensaciones de vértigo.
La secuencia comienza afuera en un jardín. Luego aparece en pantalla una figura dormida, la protagonista. Es un poco como el personaje titular de Alicia en el país de las maravillas. Hay énfasis en qué y cómo tocan sus dedos.
Pixel Forest consta de 3,000 luces led encerradas en esferas de resina y suspendidas del techo con cables. Cada luz está controlada por una señal para que el "bosque" cambie constantemente. Los visitantes pueden pasear por este entorno, que Rist describe como “una imagen digital que ha explotado en el espacio”.
Pipilotti Rist ha estado entre las principales innovadoras del arte contemporáneo desde mediados de la década de 1980. Su trabajo empuja los límites entre el video y el entorno construido, explotando nuevas tecnologías para crear instalaciones que fusionan el mundo natural con lo sublime electrónico. Pipilotti Rist: Pixel Forest and Worry Will Vanish también demuestra el profundo compromiso de Rist con lo que significa ser humano en el ciclo cósmico de generación y regeneración.
La presentación transforma la vasta galería central de Cullinan Hall en un destino cósmico, para que podamos dejar de ver el detalle que pierde de vista el contexto; para no tener solamente el punto de vista desde el ojo de gusano, de Ródchenko, sino tener la perspectiva desde el ojo de águila, como también decía el vanguardista ruso.