Minimalistas, texturizados y algo absurdos es como podríamos calificar los collages de Marcos Guinoza. Con su peculiar y bastante surrealista visión es como este artista brasileño nos sumerge en una cotidianidad reinventada y completamente alocada.
Pero quién dice que surrealista no quiere decir reflexivo. Por el contrario, las obras de este artista son fruto de una profunda observación del ser humano unida a una gran reflexión en torno a sus contradicciones.
Guinoza está particularmente interesado en plasmar en sus obras sentimientos ambivalentes y destructivos como la ansiedad, melancolía, aburrimiento o soledad. Debido a esto, en el absurdo y desestructurado mundo de Guinoza descubrimos personajes neuróticos, presas del dolor o luchando contra sus propios deseos.
Hay ocasiones en las que Marcos Guinoza pierde la cabeza y deja volar la imaginación para también crear collages geométricos. Nuevas dimensiones que buscan capturar los estados emocionales que más angustian al ser humano: soledad, vacío, aburrimiento e insatisfacción.
De alguna manera, la profesión periodística del artista brasileño lo llevó a una práctica más inverosímil, pero igual de comunicativa. Marcos eleva el diseño gráfico y digital, presentando imágenes inspiradas en el surrealismo y el suprematismo, siempre con un halo de melancolía.
La historia de este artista resulta curiosa porque trabajó durante años como periodista. En un momento dado decidió cambiar de profesión y convertirse en diseñador gráfico. En 2014, comenzó a hacer collages digitales y a publicarlos en Instagram. Nunca soñó con ser artista, pero hoy es uno.
Tradicionalmente, el arte del collage es la apropiación de imágenes y precisamente por eso Guinoza se logra apropiar, como nadie más lo hace, de imágenes que encuentra en internet, revistas, libros, etc., para luego cortarlas, digitalizarlas y darles otro significado.