Jim Jarmusch, reconocido director de cine, ha creado más de 500 collages a lo largo de más de dos décadas, lo que resulta fascinante y algo misterioso pues nunca habían salido a la luz pública hasta el día de hoy.
Resulta que en sus minimalistas y también efímeras creaciones, debido a que solo utiliza papel periódico para hacerlas, Jarmusch, suele intercambiar las cabezas de líderes mundiales por las de artistas como Picasso o Basquiat.
Sus collages, al igual que sus filmes, entre los que se encuentran Stranger Than Paradise y Ghost Dog, cuentan con un aire melancólico, lo que las hace más especiales pues tienen algo mágico, difícil de explicar. Si se analizan un poco resulta que también son una muy irónica crítica a todo lo que está sucediendo en nuestro mundo.
Durante años y con una férrea disciplina, Jim Jarmusch trabajó en silencio en estos collages que cuentan con el tamaño de una tarjeta de papel. En estos se observan capas de papel periódico colocadas de forma delicada para crear composiciones inexpresivas y un tanto reveladoras.
El último año, en la coyuntura de la pandemia, el artista decidió organizar y dar a conocer este material luego del gran apoyo que le brindaron su esposa, la cineasta Sara Driver, y Arielle de Saint Phalle, con quien ha trabajado más de 10 años.
El resultado de dicho trabajo ahora se puede apreciar en la primera monografía de Jarmusch, Some Collages, publicada este mes por Anthology Editions, que recopila algunos de los trabajos más recientes que ha llevado a cabo en los últimos siete años.
En tanto, este miércoles varios de sus collage podrán ser apreciados en Newsprint Collages, su primera muestra individual en la Galería James Fuentes de Nueva York.
En una entrevista que dio al New York Times, Jarmusch explicó que lo que aprendió al crear estas piezas es que su proceso creativo, tanto en el cine como para los collage, era muy similar pues se basaba en primero reunir los elementos y después editar el material.
En el caso del collage todo se reduce a la parte más sencilla, más básica y minimalista, lo que le resulta fascinante ya que todo depende de él y su ritmo de trabajo, mientras que en el rodaje de una película se requiere de un equipo sofisticado y pesado, sin mencionar la cooperación de muchas personas.
Por lo tanto, el universo creativo de Jim Jarmusch parece expandirse hoy más que nunca pues encontró otra grandiosa y muy creativa forma de comunicarse a través de otra técnica artística.