La revisión crítica sobre obras literarias clásicas, para quitarles estigmas y prever la discriminación de géneros, alcanzó los cuentos infantiles del escritor Roald Dahl, creador de ficciones como Charlie y la Fábrica de Chocolate y Matilda.
Ahora, se ha lanzado una reedición de su obra, en la que los trabajadores de la fábrica de chocolates, por ejemplo, ya no son ubicados con el género masculino, sino neutro, y en otros textos se omiten adjetivos como gordo o feo.
Las alteraciones en el trabajo del novelista británico, quien vivió de 1916 a 1990 (prácticamente en la planitud del siglo XX), incluyen también modificaciones en el léxico utilizado al referirse a la salud mental y a la violencia.
La editorial que se aventuró en la empresa de hacer la reedición –que ya causó polémico– es Puffin Books, la cual argumenta, al pie de la nota del copyright de los derechos de autoría del trabajo de Dahl, que siempre han estado enfocados en la revisión del lenguaje usado, para que todo mundo lo pueda disfrutar. Todo ello, argumenta la editorial, en el ánimo de crear un lenguaje “incluyente” y “menos ofensivo”.
Roald Dahl en Central Park, Nueva York, en marzo de 1961. Foto: El País
La pequeña Matilda, en la novela homónima de Dahl, ya no lee a Rudyard Kipling y su Libro de la Selva, por ejemplo. Ahora, lee a Jane Austin, el icono feminista de la literatura inglesa.
Dahl admitió ser “anti-israelí”, declaración que, de forma póstuma, hizo a la familia del escritor publicar en 2020 una declaración de disculpa por el gesto de antisemitismo. En vida, también fue acusado de ser racista y misógino.
Los libros de Dahl incluyen Charlie and the Chocolate Factory, historia que se ha adaptado a varias películas. Foto: NYT
Hoy, otros escritores, como Salman Rushdie, quien admite que fue un personaje polémico y “no un ángel”, han tachado la reedición de la obra de Dahl como “censura absurda”.
“Roald Dahl no fue ningún ángel, pero esta censura es absurda. Puffin Books y los herederos de Dahl deberían estar avergonzados”, declaró Rushdie.
La obra de Roald Dahl ha vendido alrededor de 250 millones de copias, en todo el mundo.