Caracterizado por su filosofía independiente y contracultural, el punk, también llamado punk rock, es un género musical que surgió a mediados de los años 70.
Bandas británicas como Sex Pistols, The Clash y The Damned, y bandas estadounidenses como Ramones, Blondie y The Dead Boys se apoderaron de la escena del punk.
Con una forma musical agresiva, rápida y veloz, estas bandas irrumpieron con temas violentos que externaban la inconformidad social que se vivía.
El Movimiento Punk rechaza el sexismo, el racismo, la prensa amarillista, farandulera, manipuladora y opresora.
Musicalmente, el punk en sus orígenes era un tipo de rock sencillo y ruidoso a través del que se expresaban inconformidades.
Este movimiento comenzó a convertirse en un estilo de vida que buscaba liberarse de los estigmas sociales, que no daba explicación alguna y que buscaba incomodar lo establecido.
La provocación era una de sus principales características y la ejercían a través de demostraciones de transgresión estética o con giros de lenguaje contradictorios, absurdos o insolentes.
Más adelante, surgió el hardcore punk, con el que se hizo presente un abanico completo de enfoques de crítica social, posicionamientos políticos y una afinidad de campañas de protesta, Crass y The Clash fueron sus máximos representantes.
La filosofía punk se resume en: “Hazlo tú mismo” o “hazlo a tu manera”, rechaza los dogmas y cuestiona lo establecido, desprecia las modas y la sociedad de masas.
Durante la década de los 80, el punk de Estados Unidos estuvo plagado de contenidos políticos, principalmente progresistas, en oposición al gobierno conservador de la época. Dead Kennedys y Bad Religion fueron bandas emblemáticas de la época.
A principios de los 90, el movimiento punk sirvió como vehículo de los planteamientos y denuncias de los movimientos antiglobalización.
Surgió como una burla a la rigidez de los convencionalismos que ocultaban formas de opresión social y cultural.
Alrededor del movimiento musical, surgieron grupos activistas o colectivos culturales.
La moda también dio un giro en torno a este movimiento que rechazaba todo lo estéticamente agradable a la vista, por ello, los pantalones de paño cambiaron por la mezclilla rasgada que permitía ver las piernas cubiertas con mallas.
La ropa era elegida y se manipulaba para enviar mensajes. Chaquetas escolares eran destrozadas y parchadas sin cuidado alguno o incluso unidas con ganchos, alejándolas de los estándares de belleza impuestos.
Las cabezas rapadas y las crestas pintadas con tintes artificiales también cobraron fuerza.
Diseñadores como Vivienne Westwood innovaron con sus prendas punk como los drainpipe pants, jeans muy ajustados y los bondage pants, elaborados en tartán con parches de cuero.