El diseñador japonés Ryota Kikuchi sabe cómo hacer magia con un par de recortes de revistas viejas.
Literalmente las imágenes vintage adquieren un nuevo significado con Kikuchi, quien suele mezclar elementos antiguos con un sinfín de referencias a la cultura pop.
Lo que este creativo construye, y del que muy poco se sabe, es mucho más que cortar y pegar ya que contrasta colores, lleva a cabo ingeniosas composiciones, además de juegos de proporción y perspectiva.
Básicamente lo que Ryota Kikuchi hace es que brinda al espectador una sorpresa instantánea y sumerge al espectador en un universo visual sin desperdicio.
Algo que sorprende es que desde hace tiempo se propuso realizar un collage al día, así que su obra es extensa y por eso mismo se hizo bastante popular.
Gran parte del mérito de su trabajo está en su apuesta por las tijeras y el pegamento, dejando los diseños digitales para ocasiones verdaderamente puntuales.
Las revistas viejas, esas que todo mundo quiere sacar de sus hogares, son la materia prima más fructífera de Ryota Kikuchi.
Los miles de ejemplares de mediados de siglo que colecciona y acumula el artista se mezclan con libros, enciclopedias y recortes de la misma época y recrean los estilos de vida, la estética femenina, la arquitectura, los coches o los muebles de aquellos años.
Los colores desgastados por el tiempo y las imágenes en blanco y negro se mezclan con tonos vibrantes y logran un resultado sorprendente que, a veces, provoca una sonrisa instantánea y otras resulta inquietante.
Kikuchi intenta plasmar en su obra algo más que una hermosa (e instegrameable) composición.
Para Ryota Kikuchi la estética en su trabajo es fundamental, pero lo que más le gusta es cuando la gente interactúa con la imagen y si logra ambas cosas entonces realmente se siente satisfecho.