Lo que la fotógrafa rusa Elizaveta Porodina hace con su cámara a la hora de trabajar es tan original y misterioso que las imágenes que obtiene al final de cada sesión se vuelven sumamente seductoras y atractivas.
Sus tomas, que pueden ser usadas tanto en proyectos comerciales como artísticos, son sugerentes, poco convencionales y realmente experimentales, por lo que llaman la atención.
A través de su propuesta visual, Porodina empuja muy sutilmente al espectador a realizar un autoanálisis y a repensar el concepto de belleza.
La fotógrafa y también psicóloga clínica rusa que ahora vive en Múnich siempre busca salir de su zona de confort con cada uno de sus trabajos, lo que resulta hasta cierto punto intrigante.
Gracias a su formación como psicóloga, Elizaveta Porodina realiza una especie de investigación y análisis de la condición y psique humana a través de su obra fotográfica.
Al mezclar su conocimiento teórico e inspiración artística, esta artista suele generar obras oscuras, simbólicas y bastantes emocionales.
El color también juega un papel importante y fundamental en su obra ya que la elección de tonos vivos o suaves pueden brindar a cada composición una sensación y significado súper diferente.
Por lo tanto, sus retratos pueden ser a la vez románticos, nostálgicos, misteriosos, excéntricos, dramáticos y melancólicos.
Elizaveta Porodina ha trabajado con clientes como Elle, GQ Style, Vogue Alemania, Hugo Boss y Louis Vuitton, así que si te interesa conocer más sobre su trabajo por acá te dejamos su página web.