Azules y verdes son los colores que siempre, sin excepción alguna, elige el artista urbano Mon Devane para dar vida a sus hermosos retratos.
El monocromatismo permite a Devane detallar sus creaciones al máximo y centrarse en los detalles que, de otra forma, jamás tomarían tanta relevancia.
El universo creativo de este artista ourensano está conformado por hombres y mujeres típicos de Galicia o cualquier otra parte a la que se le invite a crear. A él lo que le gusta es rendir homenaje a lo real, a las personas habituales de cualquier tierra porque ellas son quienes verdaderamente hacen diferencia en los lugares donde se vive.
Mon Devane comenzó a interesarse por la cultura del hip-hop en el 2003 y con tan solo 17 años decidió hacer sus primeros bocetos y ponerse a pintar en las paredes en las que podía.
Su trabajo es fácil de reconocer, lo que resulta fabuloso pues pocos artistas urbanos cuentan con un estilo tan definido.
A Devane le gusta utilizar fondos en magenta, violeta o turquesa, que es el color de Galicia, para realzar los rostros que lleva acabo.
De acuerdo con el propio artista, utilizar dichos colores y en ocasiones el amarillo le simplifica el trabajo a la hora de pintar.
El trabajo de Mon Devane resulta sencillamente fascinante, pues literalmente enaltece la cultura popular, lo que marca a diario a las personas de la comunidad donde esté trabajando pues muestra las profesiones, oficios o tradiciones del pasado que a veces hacemos de menos.