La fotógrafa franco-suiza Sabine Weiss, falleció el martes a los 97 años de edad, en su casa de París, Francia.
Considerada la última mirada de la fotografía humanista, retrató a grandes personalidades del arte, la literatura y la música como Giacometti, Stravinsky, André Breton, Benjamin Britten, Jean Dubuffet y Fernand Léger.
Siendo joven aprendió en Ginebra diversas técnicas fotográficas, hasta que se instaló en París en 1946, donde se convirtió en asistente de Willy Maywald, un famoso fotógrafo de moda.
Fue así como Sabine Weiss se abrió pasó y colaboró con importantes revistas como Vogue, Esquire, Life, Time, aunque también trabajó para algunas agencias.
Sus caminatas por París le hicieron capturar unas de las mejores postales de la vida cotidiana. A veces extravagantes, a veces tiernas, pero que retrataban el ambiente de posguerra.
De esta forma fue que la vincularon a los fotógrafos humanistas como Willy Ronis, Robert Doisneau, Brassaï e Izis.
La primera vez que mostró su trabajo fue en 1955 en el MoMA de Nueva York, lo que impulsó su carrera, manteniéndose fiel a retratar los valores, la injusticia social y la política.
Prolífica, generosa y discreta legó en 2017 cerca de 200 mil negativos y 7 mil hojas de contacto al Museo del Elíseo de Lausana.