En muy poco tiempo (para ser exactos 7 años), James Brandon Lewis se ha ganado la reputación de ser uno de los mejores saxofonistas.
En una época artísticamente dispersa, donde el jazz ha vivido tantos cambios, Lewis da lo mejor de su talento para mantenerse en su lugar y así definir su propio estilo de saxofón, uno bastante tradicional.
James Brandon Lewis es uno de esos artistas realmente completos ya que ha estado creando un gran catálogo de poesía, ensayos creativos y manifiestos que abren varias ventanas de su proceso creativo.
Su inspiración se encuentra en diversos escenarios. Un ejemplo de esto es su más reciente disco, Jesup Wagon, el cual rinde tributo a una gran figura que se abrió camino con su saber: el científico e inventor George Washington Carver.
Lewis leyó varias biografías sobre George Washington Carver antes de componer las siete pistas y dos poemas que aparecen en Jesup Wagon, debido a que se conmovió enormemente por la libertad con la que Carver había viajado entre su dos grandes pasiones.
Además de haber sido un gran botánico, educador y símbolo del orgullo negro, Carver fue un consumado músico y pintor. Insistió en que el arte y la ciencia, como procesos de descubrimiento, nunca estuvieron en oposición y eso impulsó a Lewis a crear un grandioso disco.
Este es el noveno álbum de Lewis como líder y sencillamente maravilloso como los demás.
Una de las cosas que caracteriza a Lewis es que generalmente prefiere tocar sin un instrumento de acordes detrás de él, pues esto le permite un mayor rango de movimiento.
Lewis, nació en Buffalo, Estados Unidos, en 1983, y es hijo de un padre predicador y madre maestra de escuela.
Desde pequeño fue expuesto a una gran variedad de música bajo la bandera del jazz, lo que incluyó la improvisación libre de Charles Gayle.
A los 9 años decidió tomar un clarinete que encontró en su casa y así fue como aprendió a tocar melodías básicas antes de inscribirse en la escuela secundaria especializada en artes de Buffalo.
Estudió con Carol McLaughlin y Dave Schiavone, prominentes saxofonista y educador de Buffalo, mientras tocaba en la iglesia. Y fue precisamente allí donde aprendió la importancia de la música para las personas y el poder que esta tenía además de lo importante que resultaba llevar una melodía fielmente, en sintonía con el coro.
Primero estudió en la Universidad de Buffalo y luego decidió transferirse a la Universidad Howard, en Washington.
En esta última obtuvo su título en interpretación de jazz y luego viajó a Colorado para pasar tiempo con su padre y sumergirse en la escena musical religiosa.
Luego se inscribió en CalArts en Santa Clarita, California, donde estudió en una facultad repleta de talentos musicales creativos y donde fue descubierto por el famoso bajista William Parker.
James Brandon Lewis llamó la atención debido a que sin importar que era realmente joven ya contaba con su propio estilo, uno bastante bien definido y atractivo.
El resto es historia ya que voló a la ciudad de Nueva York y sin dificultad alguna se integró como uno más de la comunidad artística que lidera Parker y no deja de sorprender, pues cada vez que saca música nueva se reinventa como nadie más pero jamás deja de contar con ese espectacular sonido que lo caracteriza.