El estudio Supaform fue fundado en 2016 por el diseñador ruso Maxim Scherbakov, y se enfoca en el desarrollo de interiores públicos y privados, el diseño de objetos y la creación de colecciones.
Mismas que destacan por sus referencias a los íconos del diseño americano y europeo del siglo XX, como el constructivismo.
Scherbakov, de 36 años, creció en Ekaterimburgo, Rusia, y se adentró al mundo del diseño al hacer modelos de plástico de aviones –similares a los de la era soviética–, y más tarde ingresó a la Universidad Estatal de San Petersburgo para estudiar arquitectura.
Desde su estudio, dentro de uno de los rascacielos erigidos durante la era Stalin en el centro de Moscú, el diseñador desarrolla representaciones informáticas en tercera dimensión de sus piezas en entornos surrealistas antes de materializarlos para su uso cotidiano.
De este modo, el diseñador imprime su herencia de la estética soviética mientras rinde homenaje a los principios suprematistas y utiliza las herramientas tecnológicas actuales. Según él describe, el buen diseño no tiene por qué ser utilitario o barato, pero sí utópico y disruptivo.