Constructivismo: la táctica rusa para hacer accesible el arte

11 de Noviembre de 2020 a las 15:13 hrs.
El constructivismo ruso sirvió para enaltecer los preceptos de la revolución rusa (Foto: Composición 7, cuadro de Kandinski, vanguardias y arte ruso)
El constructivismo ruso sirvió para enaltecer los preceptos de la revolución rusa (Foto: Composición 7, cuadro de Kandinski, vanguardias y arte ruso)

 

El constructivismo ruso fue un movimiento artístico en la década de los años 20 del siglo pasado. Se manifestó en la pintura, la fotografía, el cine y en el diseño gráfico, sin embargo, su aplicación más concreta y revolucionaria fue en la arquitectura.

El constructivismo nació en 1914 en Rusia, donde ya se había escuchado el término “construction art” (arte para la construcción).

Aleksandr Ródchenko, artista, escultor, diseñador gráfico, pintor y fotógrafo ruso fue el fundador del movimiento.

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Este arte estuvo al servicio de la revolución rusa para enaltecer y manifestar la estética de la nueva sociedad socialista. 

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Los artistas constructivistas deseaban cambiar el mundo con sus obras por ello entendieron al movimiento como una herramienta que contribuiría a la formación del nuevo orden social y a la difusión de la ideología socialista rusa.

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El constructivismo rechazó los excesos estéticos, propios de la clase burguesa, por ello se basó en lo sencillo, en líneas y formas geométricas inspiradas por el futurismo y el cubismo.

Uno de los objetivos del diseño gráfico de este movimiento fue la de informar de las decisiones políticas del nuevo gobierno ruso a su población que en su mayoría era analfabeta. 

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Para ello se manipuló la tipografía y colores para difundir mensajes propagandísticos en carteles, ilustraciones, fotografías y otros medios.

Los productos visuales manejaron la “tridimensionalidad”, así como las líneas inclinadas, los motivos abstractos y las formas y figuras geométricas. Los colores constantes fueron el azul, el rojo, el negro, el amarillo, el blanco y el naranja. Los elementos y colores debían enaltecer los símbolos de la revolución como el progreso. 

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Varvara Stepanova, esposa de Aleksandr Rodchenko, El Lissitzky, Vladimir Tatlin, Naum Gabo, Kasimir Malevich, Wassily Kandinsky y los hemanos Stenberg fueron representantes de esta corriente. Todos buscaron una técnica estética que permitiera tener nuevos diseños relacionados a la producción industrial.

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Rodchenko fundó una agencia de publicidad junto con el poeta Mayakovski, de ahí salieron más de 150 diseños y piezas publicitarias entre los años 1923 y 1925.