Una expresión artística urbana es el graffiti, el cual, poco a poco, se ha fusionado con el paisaje cotidiano de los habitantes de las grandes ciudades. En un principio no se le consideraba arte, y además se le combatía. Ahora hay fotógrafos que captan este arte y llevan la expresión a museos y galerías de todo el mundo.
Martha Cooper fue pionera en tomar con su cámara expresiones urbanas en la ciudad de Nueva York.
Cooper nació en Baltimore, Estados Unidos, en 1943. Mostró aptitudes para la fotografía desde muy temprana edad cuando aprendió a fotografiar con tan sólo siete años.
La fotógrafa viajó desde muy joven por Europa y Asia como voluntaria, lo cual le dio un panorama del arte de otras culturas.
En la década de los 60 y 70 colaboró en la revista de prestigio internacional National Geographic (como becaria) y en el diario New York Post.
La artista se dio cuenta que en los barrios bajos de Nueva York los jóvenes pintaban paredes con aerosoles brillantes y multicolor.
En la década de los 80, la música de moda en esas áreas era el break dance y el hip-hop, también como expresiones urbanas.
Cooper se acercó a los jóvenes logrando entablar amistad con un niño del vecindario quien lo invitó a fotografiar los grafitis. Junto a sus amigos, el pequeño le mostró túneles y espacios que sólo “los marginados” conocían y en donde se estaba gestando una corriente artística, la denominada “cultura subterránea”.
En ese momento, la autora le apostó a un arte de color cuando la fotografía por excelencia era a blanco y negro.
En 1984, la autora publicó sus fotografías sobre graffiti neoyorkino llamado Subway Art (Arte Subterráneo).
Actualmente se desempeña como directora de Fotografía en el Centro de Nueva York para la Cultura Popular Urbana.
Las fotografías de Martha Cooper se han expuesto en el museo Smithsonian y de Historia Natural, y han sido publicadas en libros y revistas como la propia National Geographic.
Martha Cooper vive y trabaja en Nueva York.
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