A la diseñadora de moda suizo-estadounidense Anastasia Bull le gusta trabajar con materiales brillantes, estampados y pliegues para crear prendas que reflejen opulencia y diversión.
Su trabajo básicamente se centra en la materialización de las fantasías y la exposición del cuerpo y el alma como un medio para aumentar el amor propio. Este último debe entenderse como una necesidad para enriquecerse a uno mismo y al entorno, para así influir positivamente en la sociedad.
A Bull le gusta jugar con la idea de un mundo utópico en el que prevalece la armonía perfecta. Por lo tanto, este debe de ser un lugar marcado por la abundancia, la riqueza y la opulencia.
En sus colecciones a esta diseñadora que estudió en el Instituto de Diseño de Moda de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes del Noroeste de Suiza le gusta trabajar con materiales más experimentales para así sentirse más libre.
Anastasia Bull no solo crea prendas de vestir sino bellísimos accesorios como guantes, bolsos, zapatos y joyas. Con la ayuda de sofisticados (y bastantes disruptivos) peinados, Anastasia crea siluetas voluminosas para quienes compran sus prendas.
Inspirándose tanto en el diseño de vestuario histórico, como en la glamorosa escena moderna, su trabajo se sumerge profundamente en el subconsciente para mejorar la fuerza personal del usuario y permitir que surja la verdadera personalidad.
El enfoque de Anastasia en la moda resulta constructivo e implica contar con una singular, por no decir muy peculiar, relación con los materiales que emplea para dar vida a sus fascinantes creaciones.
Bull espera que su trabajo en el mundo de la moda de vanguardia pueda ser usado por la persona promedio algún día ya que, aunque sus propuestas lucen extravagantes a primera vista, son prendas fáciles de combinar para casi cualquier ocasión.