El nombre de Marine Serre es sinónimo de buen gusto y estilo futurista en la industria de la moda.
Esta diseñadora francesa viene de un pequeño pueblo llamado Donzenac y tras haber sufrido un accidente automovilístico en su adolescencia tuvo que dejar el tenis y fue ahí cuando descubrió su pasión por la moda.
Se formó en La Cambre de Bélgica, una prestigiosa escuela pública enfocada a las artes que le dio las mejores bases.
Serre renunció a su trabajo como diseñadora asistente en Balenciaga, después de estar bajo el mando de Demna Gvasalia por un año, para incursionar en su propia firma.
Desde entonces se ha diferenciado del resto de los diseñadores por contar con un futurista, pero bastante sofisticado estilo aunque sus diseños son bastante deportivos.
Sus diseño son básicamente una continua exploración de formas y funciones, lo que resulta tremendamente refrescante.
Las prendas que Marine Serre crea son sumamente arriesgadas, pero siempre pensadas para hacer hincapié en la feminidad y las siluetas de todos los tamaños pues al final para esta diseñadora de lo que se trata la moda es de divertirse mientras uno muestra su mejor estilo.