Anthony Bourdain, amó cada parte y esencia de Japón. Vivió embelesado por Tokio, su comida, sus chefs, sus técnicas, cultura y tradiciones.
Recorrió sus calles, sus restaurantes, sus lugares tradicionales y también los prohibidos o los más divertidos y asombrosos.
No se cansó de repetir, que Tokio era su lugar favorito para vivir y comer, pues en sus platillos, existen combinaciones tan variadas y alucinantemente perfectas, que simplemente no puedes explicar.
Y es que para Bourdain, Japón era extraño, maravilloso, emocionante, intimidante, conmovedor, desorientador, incluso molesto, pero finalmente hermoso.
Considerado uno de los más grandes chefs estadounidenses, viajó en repetidas ocasiones a Japón, e incluso dedicó varios de sus programas a este lugar.
Lo veía como un sitio apto para las mentes inquietas, curiosas, y fascinadas por los sabores, gustos y costumbres.
De Japón, no solo aprendió a cocinar, también indagó en su música, sus grupos, sus deportes, el manga, sus espectáculos, sus tiendas e incluso sus prácticas sexuales.
Encontró en Tokio, a su gran mentor y amigo, el chef Naomichi Osuda, quien le enseñó a amar el karate y entender el sushi como un estilo de vida.
De él absorbió todos sus conocimientos sobre sushi. Cómo comerlo. De dónde viene. ¿Qué es más importante, el pescado o el arroz? Absolutamente todo.
Obsesionado con Japón, su comida y cultura, Anthony Bourdain profundizó en los aspectos más espeluznantes de la fantasía japonesa, la cultura pop, los juguetes, las películas, los anuncios y el entretenimiento.
Adoraba de Japón, la perfección y ejecución a la hora de cocinar, así como la variada composición de platillos en los que el pescado es fundamental.
Y aunque amó cada detalle de esta ciudad asiática, también reconoció que pese a tener la mentalidad más abierta en temas como el sexo y el hentai, la figura de la mujer aún permanece anclada al pasado.
Anthony Bourdain, la estrella culinaria que con más de 30 años de carrera y recorrido el mundo entero, atesoró a Japón, como su lugar favorito por siempre.