En el Museo de Arte de Rávena, Edoardo Tresoldi, reconocido artista italiano que construye esculturas de alambre a gran escala, exhibe Sacral, su más reciente trabajo.
En esta muestra Tresoldi reinterpreta elementos familiares de la arquitectura clásica de una manera fantasmagórica y efímera en la que hace referencia a los castillos ilustrados por Dante Alighieri en el primer cántico de la Divina Comedia, que es el Infierno.
La extraordinaria instalación permanecerá expuesta en el claustro del museo hasta el 9 de enero del siguiente año.
El efímero castillo, construido en su totalidad con malla de alambre, luce como una fantasía en las instalaciones del recinto del siglo XV.
Resulta grandioso observar esta obra en el Museo de Arte de Rávena ya que este edificio funcionaba originalmente como un monasterio canónico en el que se celebraba la Madonna que menciona Dante en el cántico del Paraíso.
Para que vivan realmente la experiencia, Tresoldi invita a los visitantes a entrar físicamente en la enorme escultura, que representa un castillo y así poder volver sobre el viaje de Dante.
Con esta imagen arquetípica, lo que el artista busca es crear un diálogo entre el pasado y el presente, utilizando un lenguaje compuesto de significados que se repiten en el tiempo.
En este caso Sacral actúa como recuerdo de un lugar en el que los visitantes ya han estado, una imagen familiar que los introduce en la sorprendente exploración del poeta florentino.
Recordemos que Dante, fallecido hace 700 años, habla de los castillos nobles en el canto IV del Infierno como un lugar simbólico habitado por las almas de quienes dejaron honor y fama en la tierra. Son las almas de filósofos, poetas, científicos y escritores, es decir, personas que fueron grandes en su vida terrenal por sus cualidades morales, pero que están destinadas al sufrimiento eterno al carecer de las virtudes teologales.