México tiene un verdadero catálogo de referentes que inspiran cualquier cantidad de creaciones, lo que ha dado artistas en todas las disciplinas, quienes han aportado al arte estilos propios, técnicas y hasta corrientes completas inéditas, como el caso de Smith, un street artist que ha revolucionado el grafiti y la ilustración digital.
Su propuesta, que pasa de la tablet al spray sobre muros, del vaciado para modelar esculturas al lienzo tiene un toque peculiar, y aunque es -como todo el arte- un pastiche nutrido de varias corrientes, su imaginación ha logrado una mixtura con personalidad propia.
Podría definírsele como una suerte de surrealismo deconstruido, con una obsesiva necesidad de fundir los referentes bio-anatómicos de la cabeza, principalmente, con herramientas tecnológicas representados con trazos semi-figurativos, para mostrar el funcionamiento de un intitulado bioarte abstracto. O podemos decir que es sólo el producto de una imaginación irrefrenablemente creativa. Ha creado una especie de arte urbano biónico.
Este artista nacido en plena generación millennial (1987), se define a sí mismo en su página como un artista visual mexicano con más de 20 años de trayectoria. Residente en la Ciudad de México y ejecutor en diferentes disciplinas, como la ilustración, el grafiti, la escultura, la instalación, el muralismo y la música.
“Aunque su inspiración cambia constantemente, los temas recurrentes en su obra son el existencialismo, la abstracción, la individualidad y reimaginar el cuerpo humano deconstruyéndolo como si fuera una máquina”, señala su página. Sin duda, alguien debería bautizarlo -como dijimos- como el creador del arte biónico urbano.
Smithe es uno de los representantes más importantes del muralismo contemporáneo mexicano, su obra forma parte de colecciones privadas y ha sido expuesta de manera individual y colectiva tanto en espacios públicos como privados en México, Estados Unidos, España, Francia, Inglaterra, Alemania, Marruecos, Bélgica, Japón, Canadá e Israel.
A los 12 años empezó a grafitear y a experimentar con el arte, pero aunque no tiene formación académica como diseñador, su gran experiencia lo avala como uno de los referentes en el diseño y la ilustración mexicana.
Además de ilustrador, Smithe es emprendedor, pues junto a varios amigos creó la marca de ropa y diseño; Tony Delfino y músico de la banda post-punk Stendal.
Smithe se ha hecho de un nombre reconocido dentro del circuito del arte urbano y la ilustración en México, gracias a su estilo inconfundible y bien definido por lo onírico y lo surrealista. Un trabajo que descompone la esencia de las cosas y las llena de color, para luego exportarlo a diferentes formatos.
Un artista que prefiere reconocerse como ilustrador, que pasa sin problema del canvas a la pared, de la escultura a la música, al diseño de streetwear y de regreso al dibujo. Un creador 'súper estrella' (según Pharrell Williams) y al mismo tiempo un joven sencillo y autodidacta.
La prueba de que si hay talento y dedicación, el reconocimiento cae sin buscarlo. Smithe es uno de los artistas que se incluyen en el libro Muros Somos, una iniciativa de Cynthia Arvide para documentar la corriente del muralismo urbano en México.
Un agasajo de reversión, un pastiche con mucho, mucho contenido propio e innovador. Un creador inquieto, de México para el mundo.