El artista y diseñador estadounidense Liam Lee explota la disolución de la frontera entre el espacio interior y el exterior, entre el objeto hecho por el hombre y lo que representa el entorno natural.
Lee ha conquistado la industria del diseño coleccionable trabajando minuciosamente con agujas y lana en sillas que, además de funcionales, son esculturas únicas.
Este trabajo meticuloso lleva al artista a dedicar varios meses antes de terminar una de sus piezas.
Como artista autodidacta, Lee lleva su proceso a los límites materiales y formales hasta imprimir en sus piezas su propia esencia, reflejada en los colores y texturas de cada mueble.
Liam Lee agrega más materiales a sus procesos para poder esculpir con tal perfección sus obras.
Sus diseños reflejan un formalismo orgánico que ya es popular entre las colecciones de diseño de los últimos años.
El creativo asegura que a base de ensayo y error ha ido encontrando la manera de utilizar la lana afietrada como un componente estructural en sus piezas.
Lee busca que su trabajo parezca, a primera vista, como si hubiera surgido de la noche a la mañana o como si hubiera crecido hasta su estado actual sin intervención de la mano humana.
El objetivo principal de Lee es transformar los coloquiales interiores domésticos en mundos de ensueño.
Es así como Liam consigue convertir las características etéreas de formas de vida, plantas y formaciones rocosas en objetos exclusivos.
Con una genuina y profunda fascinación por la belleza resguardada bajo la superficie del océano, Lee exhibe su primera exposición individual en la Patrick Parrish Gallery, en Nueva York.
Catch and Release, título que dio a esta reciente exhibición, habla tanto de la fuente acuática de inspiración que tuvo para crear las obras que la componen, pero también del proceso de creación de la obra en sí, que a veces implica lanzar una red y extraer una forma o idea y posteriormente liberarla de regreso al mundo.