¿Puedes imaginar que algunos de los referentes de los grandes movimientos artísticos tuvieron que esperar hasta muchos años después de su muerte para que se valorase su obra?
Es más, muchos de los pintores que hoy en día son mundialmente conocidos no fueron valorados por sus contemporáneos -- de hecho, hay algunos que murieron en completa miseria.
Hoy te presentamos a algunas de ellas:
Florine Stettheimer. Asbury Park South, 1920. Fuente: Wikipedia
María Blanchard
El 5 de abril de 1932 murió la más grande y enigmática pintora de España, en desgracia y casi sin un centavo. Fue enterrada en el cementerio de Bagneux.
Nacida en una culta familia santandereana de clase media, franco-polaca por parte de madre y española por parte de padre, María Gutiérrez-Cueto y Blanchard sufría de enanismo y deformidad física.
Animada por sus familiares, se trasladó a Madrid para estudiar con los mejores pintores: Emilio Sala, Fernando Álvarez de Sotomayor, luego Manuel Benedito, campeones del academicismo con un ligero toque de modernidad. Eso mismo que fue ella.
Florine Stettheimer
Una artista pionera del Nueva York de principios del siglo XX, Florine Stettheimer avanzó nuevas posibilidades en la pintura para mujeres artistas.
Basándose en las influencias de las artes de vanguardia europeas, el modernismo literario y el teatro, la visión estética de Stettheimer presenta una mezcla característica de lo caprichoso y lo decorativo con un ojo agudo para la composición desarrollado a través de su conocimiento de la historia del arte y su comprensión de los últimos movimientos artísticos.
Aunque a menudo se desvían hacia lo fantástico, sus pinturas también brindan una porción de la vida artística y social en la Nueva York anterior a la Segunda Guerra Mundial, celebrando la energía creativa de la ciudad en una era pasada.
Pasó sus últimos años finalizando sus Catedrales y trabajando para proyectos teatrales.
Trabajó en su arte hasta su muerte por cáncer el 11 de mayo de 1944 a la edad de 72 años, casi sin dinero. Su último pedido fue que sus obras no se vendieran, sino que se donaran a varios museos de los Estados Unidos.
Alice Neel
Alice Neel es una de las artistas más radicales del siglo XX.
Gran defensora de la justicia social, del humanismo y de la dignidad de las personas, se consideraba a sí misma como una “coleccionista de almas”, sus obras reflejan el espíritu de una época, la intrahistoria de Nueva York, centrándose en quienes han experimentado la injusticia como resultado del sexismo, el racismo y el capitalismo, así como en aquellos que la combatían.
Haciendo gala de su naturaleza democrática e integradora, Neel pasó su carrera artística pintando a personas de muy diferentes orígenes y condiciones sociales.
El 13 de octubre de 1984, Neel murió con su familia presente en su apartamento de la ciudad de Nueva York, de cáncer de colon avanzado.