Las imágenes que captura el fotógrafo francés Marwane Pallas resultan, por decir lo menos, intrigantes.
En una de sus series más famosas, este artista autodidacta decidió utilizar como base la famosísima doctrina de las firmas, la cual data de la época de Dioscórides y Galeno.
Dicho paradigma establece que los herbolarios pueden utilizar hierbas que se asemejan a varias partes del cuerpo para tratar las dolencias de esas partes.
Lo anterior sencillamente le resultó fascinante a Pallas, así que decidió retomar dicha idea y crear una serie de autorretratos con esa teoría y la ayuda de su imaginación.
Con ayuda de su creatividad y un poco de perspectiva, Marwane Pallas pudo vincular varios alimentos con partes del cuerpo.
Dichas imágenes, que hacen una comparación entre la comida y la figura, muestran los gajos de una toronja abiertos a la mitad como los pulmones de Pallas, una col morada como su cerebro y un durazno partido por la mitad como su nariz.
Gracias a estas fotografías, el francés pudo exponer su obra digital tanto en Nueva York, Londres, París y Milán.
La inspiración de este artista autodidacta, quien pinta y dibuja desde pequeño, proviene en gran medida de la historia, los libros, grabados de pinturas y reproducciones de estatuas antiguas.
Marwane Pallas decidió recurrir a la fotografía ya que nunca tuvo la paciencia para terminar muchos dibujos, por lo que esta disciplina le da la inmediatez que necesita para materializar sus ideas, además de que le resulta más conmovedora e impactante.
El hilo conductor en toda su obra definitivamente es el uso de su imaginación, pero en cuanto a técnica ninguna de las series que ha creado resultan seguir un mismo camino ya que varias de sus imágenes resultan surrealistas, casi pictóricas, pero también desnudos minimalistas con colores desteñidos debido a su fascinación con las pintura renacentista.
Lo anterior solo deja ver que a veces toma prestados estilos e imágenes del pasado de la misma manera que compro artículos de segunda mano.
Las imágenes de Marwane Pallas emanan algo de melancolía y tal vez esto se deba a que vive una vida bastante solitaria. De acuerdo con el propio artista, algunas de sus fotos favoritas las tomó en momentos por lo que atravesaba situaciones verdaderamente tristes.
La fotografía, y el arte en general, le ayuda a este artista a materializar de una forma sumamente bella la tristeza con cierta facilidad y darle así un aire etéreo, casi mágico, a su trabajo.