La penetrante fotografía en blanco y negro de Sakiko Nomura captura de primera mano una íntimamente tranquila pero poderosa tradición antigua de Japón.
Su experto juego con la iluminación logra resaltar los temas de sus piezas, sumergiéndonos aún más a nosotros, su audiencia, en este mundo sublime.
Más recientemente presentó Majestic, un proyecto íntimo que sigue la rica historia de la Peregrinación a Daisen o la Peregrinación al Monte Oyama.
Fuente: Sha Sha Sha Artists
La peregrinación se realiza una vez al año para celebrar los grabados o tallas tradicionales, así como los tatuajes que se popularizaron durante el período Edo.
La peregrinación sigue una preciada historia de participantes que revelan "tallas"
personales e invisibles, se purifican en las aguas de la montaña, y finalmente, ascienden de manera constante hasta la cima como un acto de dedicación y reverencia.
Desde la vestimenta tradicional hasta la comida y las ceremonias, la cultura japonesa siempre ha encontrado una manera de mantenerse entrelazada con la modernización del país. Y los tatuajes no son una excepción, ya que son una gran parte de la historia japonesa.
Capturar toda esta historia no es una tarea fácil, sin embargo, la legendaria fotógrafa japonesa contemporánea Sakiko Nomura logra hacerlo maravillosamente con su reciente exposición, Majestic.
Así demuestra que los tatuajes siguen siendo el foco principal de su trabajo, pero no son shocks repentinos y efímeros para los sentidos, más bien, son tatuajes de estilo ukyio-e que son parte de la tradición y resaltan la naturaleza duradera de este evento sagrado que Nomura recorta y presenta con tanto detalle.
Majestic inmortaliza un lado intrincado de la cultura japonesa con fotografías en blanco y negro, agregando un tono sombrío y reverencial a las fotografías pacíficamente intensas.
Además de este trabajo, Sakiko suele trabajar también en retratos al desnudo, donde coloca a sus modelos desnudas en habitaciones minimalistas que reflejan su desnudez; una fotografía que parece construir sus imágenes en las sombras.
Al día de hoy, sigue presentándose exitosamente en todo el mundo con sus imágenes que brillan con fuerza e intensidad y están arraigadas en la quietud y la delicadeza.
Ya sea que retrate flores marchitas, telas cambiantes, destellos de piel, ausencias palpables o miradas pesadas, las imágenes de Nomura juegan con el anhelo, el erotismo y las alusiones.
Amor, sexo, relaciones humanas y vulnerabilidad habitan la práctica de Sakiko Nomura.
Fuente: the Eye of the Photographer