Las épicas imágenes manipuladas digitalmente de Lluis Barba yuxtaponen pinturas icónicas de la historia del arte con fotografías de turistas modernos, celebridades, espectadores de variados antecedentes económicos e imágenes publicitarias apropiadas.
A pesar de su diversión y sus notables curiosidades, al final critican la colusión entre el arte, la riqueza y el glamour, particularmente en el contexto de los espacios de museos y galerías.
Por ello, Lluís se ha vuelto un artista que no teme mezclar el pasado con el presente al jugar con imágenes históricas e icónicas al intercalarlas con temas modernos, su trabajo tiene un fuerte comentario social.
Fuente: Aldo Castillo Gallery
Utilizando el simbolismo artístico para expresar sus puntos de vista sobre la sociedad contemporánea y el mundo del arte, se ha vuelto un artista que cuando habla, la gente escucha y observa.
Tomando algunas de las obras de arte más famosas, como las escenas medievales de Pieter Bruegel y los relojes derretidos de Salvado Dalí, Barba ha definido su estilo propio al sacar elementos de una realidad fuera de contexto para ponerlos en otra realidad.
“Utilizo ironías y mensajes implícitos en las obras como la integración global de nuestra sociedad. Incorporo el tatuaje del código de barras como un símbolo de identidad perdida, alienación y consumismo masivo”.
Nacido en Barcelona, España, Barba es en su núcleo un artista multidisciplinario que trabaja en medios como la pintura, la fotografía, la escultura y el videoarte.
Fusionando la crítica social con el arte contemporáneo, también reflejan una relación entre personajes del mundo cultural, artistas, curadores, cineastas, pensadores, religiosos y políticos.
Incorporando elementos tan habituales, simbolizan la pérdida de identidad a través de la aprobación y el consumo masivo a la par que critica el drama de la sociedad para crear conciencia con la esperanza de que cuanto más se vea la atrocidad, tal vez tenga un impacto.
Barba tiene admiración por la historia del arte y respeta a los viejos maestros, y por eso en sus obras contemporáneas muestra un reflejo de la sociedad y una crítica a los problemas que genera.
Tras años de trabajo y de haber expuesto en diferentes ciudades de Europa, los Estados Unidos, Latinoamérica, Canadá y el Japón, Lluis mantiene su trayectoria artística experimentado con diferentes técnicas y materiales, aunque su intencionalidad se mantiene intacta.