En los lienzos de GyoBeom An se ven rostros distorsionados, o bien, visiones nubladas por colores, densas texturas o neblina monocromática.
Representada a lápiz grueso, bolígrafo y pintura acrílica, las series de GyoBeom An son un esfuerzo por reflejar los "conflictos y emociones que surgen de distintos roles sociales, que van desde modelos y personajes de dibujos animados, hasta dioses".
Fuente: Behance
Nacido en 1973 en Seúl, la capital de Corea del Sur, como hijo de unos granjeros, el joven GyoBeom creció fascinado por dibujar, una práctica desconocida para sus padres, pero que no podían negar que la visión de su hijo, aunque turbulenta, escondía un talento fascinante que debía cultivarse, ya que lo haría un estandarte contemporáneo de la pintura coreana.
La familia del joven pintor encontró el modo de inscribir al pequeño en la Universidad Sejong, donde estudiaría técnica de dibujo y realización de lienzos, graduándose con honores y con una atención especial de sus maestros, quienes canalizaron el mensaje que quería comunicar el pintor, que encontró su medio a través de la distorsión y la atención que obligan sus propios trazos.
De acuerdo al mismo pintor coreano, para comenzar a realizar sus obras, comienza con un dibujo figurativo que se compone y deconstruye una y otra vez, luego, entra en una exploración constante de la construcción y deconstrucción de la imagen con una cantidad obsesiva de acrílicos o aceites para aliviar sus emociones.
Fuente: Colossal
El pintor coreano se adapta a las sombras, ya que es únicamente a través de ellas que define los retratos que lucen gracias a su detalles y peculiar uso de la mirada de sus sujetos, una que refleja más de lo que uno puede captar a primera vista.
Para ahondar en el detalle de cómo él interpreta el mensaje final de su obra, GyoBeom An ha declarado:
Yo también siento todas las emociones como el placer, la tristeza, la ira y la alegría, porque tengo conflictos para vivir, pero un día, me acostumbré a esta sociedad ingobernable, y pintar era la única forma en que podía atender mis emociones cambiantes y llenar mis faltas de desajuste, de paso, tambiém, cumplí mi sueño.
Con el paso de los años y su éxito en galerías de su país natal, Estados Unidos y Europa, el pintor de Corea del Sur, que también es padre y esposo, ha encontrado en la dualidad y la lucha entre una vida doméstica de ser padre y cónyuge con una vida laboral su tema de trabajo.
Para él, el resultado, más que unas figuras que refejan distorsión y sombras, expresa conflictos y emociones surgidas de distintos roles sociales a través de temas figurativos que van desde modelos y personajes de dibujos animados hasta dioses.
De la misma manera que aborda sus pinturas, GyoBeom An vive la sociedad a través de tales acciones, y eso lo hace un artista aún más interesante.
Fuente: Singulart