Lo decisivo de los cuentos pictóricos de Youjin Yi es que conscientemente dejan espacios vacíos, donde la artista habla de una belleza hueca, convirtiendo a sus obras en universos con vida propia.
Pero a pesar de que cada una de sus obras se destaca por sí misma como un cosmos autónomo, sus paisajes pictóricos de colores brillantes parecen comunicarse entre sí.
De este modo, consciente de la tradición estética que nutre sus composiciones pictóricas, su lenguaje artístico multifacético de paisajes del este asiático con carga animista chocan con motivos profanos extraídos de nuestra vida cotidiana, haciéndola una de las pintoras contemporáneas más importantes de su país.
Blaue Komposition y Kuscheltier. Fuente: Yi Youjin | Art Basel
Nacida en la ciudad de Gangneung, Corea del Sur en 1980, la pequeña Youjin Yi encontró fascinación por la pintura gracias a los pintores chinos que descubrió en su paso por la escuela, estudios que culiminaron con su graduación de la Universidad Sejong de Seúl.
Ya como graduada, decidió tomar rumbo a Europa para expandir su estilo y perspectiva, específicamente a Munich, donde se enroló en la Akademie der Bildenden Künste y conoció a Günther Förg, quien la introdujo al movimiento conceptual en el arte, donde la idea principal que subyace es que la verdadera obra de arte no es el objeto físico producido por el artista, sino que consiste de sus propios conceptos.
La artista coreana complementó sus estudios en este tiempo con una residencia en la Universität der Künste de Berlín, invitada por la maestra japonesa Leiko Ikemura, quien le ayudó a encontrar el camino de regreso a una comprensión de la pintura de Asia oriental. Al igual que con el trabajo de su maestra, el dualismo entre el mundo asiático y el occidental se hace presente en un lienzo que ultimadamente refleja la lucha contra la propia identidad del artista.
A pesar de que cada obra se destaca por sí misma como un cosmos autónomo, los paisajes pictóricos de colores brillantes parecen comunicarse entre sí. De este modo, llama la atención la elección de los grandes formatos, en los que las representaciones de paisajes del este asiático con carga animista chocan con motivos profanos extraídos de nuestra vida cotidiana.
Blaue Komposition y Kuscheltier. Fuente: Yi Youjin | Art Basel
De acuerdo a los críticos de arte, los procesos subliminales son los que determinan la composición de Youjin Yi, quien logra su apariencia mística a través de un proceso creativo intuitivo de sentimiento subjetivo, demostrando confianza en los estados de incertidumbre.
Ella logra su configuración de apariencia mística trabajando en el piso en un proceso creativo intuitivo de sentimiento subjetivo. Debido a la vista desde arriba, se suspenden las reglas relativas a la perspectiva y se impide la posibilidad de cualquier jerarquía. Partiendo de varios centros pictóricos, la composición puede desplegarse de manera congruente sobre el papel o el lienzo, con lo que ocasiona un enfrentamiento de superficies de color con elementos gráficos finos.
Sus colores pastel se encuentran con tonos negros profundo, así como los espacios interiores y exteriores se invierten, generando juego con las ambivalencias de los sujetos de sus cuadros, que se vuelven anónimos y brindan al espectador la posibilidad de realizar sus propias proyecciones.
La artista juega con las ambivalencias no solo con los sujetos de sus cuadros, sino también en sus composiciones: enfrenta superficies de color opacas con elementos gráficos finos, los colores pastel se encuentran con el negro profundo, los espacios interiores y exteriores se invierten. Una y otra vez, el motivo de la cuadrícula se puede encontrar en sus posiciones pictóricas.
De este modo, Youjin Yi es consciente de la tradición estética que nutre sus composiciones pictóricas, con lo que se realza como una artista que se deleita con lo indeterminable.