Para la fotógrafa canadiense Jasna Vukos no existe nada más intrigante que la vida (e historias) que transcurren en los hoteles.
Por esta razón, Vukos se ha dedicado a autorretratarse en los hoteles que ha visitado por algún motivo, ya sea por trabajo o un tema personal.
El haber cambiado de país, continente y hasta de idioma varias veces en su corta vida ha influido muchísimo en su trabajo y en ella como persona, así que decidió llevar a cabo un proyecto en el que pudiera hablar de lo que significa la identidad.
Durante los últimos 3 años, Jasna Vukos ha trabajado arduamente en esta serie de autorretratos que son un vistazo íntimo de quién realmente es.
Sus fotos, que cuentan con un estilo cinematográfico, tienen por objetivo ilustrar la superficialidad que existe en los conceptos de lugar e identidad.
Ninguna de las imágenes que Jasna Vukos captura con su lente son espontáneas y naturales, sino que muestran una especie de escenario al estar en un lugar como un hotel, donde cualquier persona (incluida ella) se puede transformar en quien quiera por el tiempo que lo desee.
“Los hoteles son lugares donde nuestra identidad, tal como la conocemos, puede desvanecerse, y donde podemos, al menos por un momento, olvidar quiénes somos y de dónde venimos, donde podemos sentirnos libres de nuestras raíces.
“Siendo yo misma una nómada y habiendo cambiado tantas veces mi hogar, país, idioma e incluso de continente varias veces, siento que un hotel es un lugar donde todas estas identidades que siento dentro mí pueden coexistir”, explica Jasna Vukos en la biografía que anexó en el Concurso Life Framer.
Con sus fotografías, lo que Jasna Vukos busca mostrar es que los hoteles son lugares de transición, en los que uno puede descansar o reinventarse antes de llegar a ese destino al que llamamos hogar.