Ubicado en un edificio de Midosuji Boulevard de 27 pisos, el nuevo W Hotel Osaka está diseñado por Nikken Sekkei y Tadao Ando, y su interior está inspirado en la multifacética ciudad asiática.
Con la intención de plasmar el espíritu de Osaka y la curiosidad de los turistas, el hotel contó con la intervención de artistas extranjeros, quienes plantearon una visión novedosa de la urbe desde el diseño.
Al igual que cada una sus sedes, el W Hotel está ideado para su localización específica, y para su primer hotel en Japón retomaron la belleza de las flores de cerezo, los árboles de gingko y las luces de neón de la vida nocturna.
De este modo, el lugar concentra el diseño minimalista con la tradición y el estilo moderno y extravagante.
La experiencia comienza al entrar al túnel de llegada que conecta el boulevard Midösuji con el interior. En él lucen más de 300 círculos de metal doblados al azar que crean un portal de otro mundo.
En tanto, las luces detrás de la flor abstracta cambian de color con las cuatro estaciones y cambian de intensidad del día a la noche.
El corazón del lugar es la sala de estar, donde los huéspedes pueden relajarse y descansar en medio de una atmósfera que evoca al arte del origami.
El tema de color de las habitaciones se alterna por piso, entre rosa sakura y azul, lo que permite a los huéspedes elegir el color que prefieran, mientras que las habitaciones consisten en un plano abierto, con la sala de estar y la zona de dormitorio y el baño, separados por una mampara shoji de vidrio contemporáneo. A su vez, las ventanas del piso al techo brindan luz natural y vistas increíbles de la ciudad.