Para la fotoperiodista Ana María Arévalo no existe herramienta más poderosa en el mundo que la fotografía ya que gracias a esta se puede mostrar cualquier realidad para sensibilizar.
Arévalo, de 33 años, ha trabajado en diversas partes del mundo en defensa de los derechos humanos y la igualdad de la mujer.
Debido a la crisis que se vive en su país natal desde hace varios años, Venezuela, Arévalo decidió estudiar Ciencias Políticas y fotografía en Toulouse, Francia.
Tras haber trabajado varios años en distintas ciudades de Europa como Hamburgo y Madrid, Ana María decidió regresar a su país para plasmar la realidad que ahí se está viviendo y así abrir los ojos del resto del mundo.
Su lente ha capturado historias que van desde la íntima y sagaz lucha de enfermos contra el cáncer hasta la vida en las cárceles de mujeres en Venezuela.
El asombroso trabajo que esta artista venezolana realiza a diario lo dirige, casi siempre, hacia una narrativa positivista y esperanzadora ya que lo que busca es generar un cambio y acciones, y no solo contemplación.
Las imágenes que Ana María Arévalo captura pueden resultar crudas, pero reflejan la fuerza y la pasión de una generación que lucha diariamente desde su trinchera por construir un mejor mundo, uno más consciente.