Insel im Attersee (Isla en Attersee), un cuadro de Gustav Klimt de 1902, se vendió en 53.2 millones de dólares tras una puja de siete minutos entre tres compradores en la primera gran venta de temporada en Sotheby's de Nueva York.
El cuadro es uno de los pocos paisajes pintados por el artista austriaco, que trató de captar los matices del sol en el agua y los reflejos multicolores que crea, con un dominio de los verdes, en una técnica que recuerda al puntillismo.
Dicha obra de Klimt superó (y por varios millones de dólares) al que partió como favorito en la subasta de Sotheby’s, el cuadro L´empire des lumières (El imperio de las luces, 1951), una de las obras más evocadoras del surrealista belga René Magritte y que se vendió por 42.3 millones, cuando la horquilla de salida lo ponía hasta en 55 millones.
Entre las obras que superaron los 20 millones de dólares destacan un Rubens (Retrato de un hombre como Marte, vendido por 26.2 millones); un Picasso (Mujer desnuda y reclinada que juega con un gato, por 21.2 millones), un Van Gogh (Jardín frente al Mas Debray, por 23.2 millones), así como la escultura Femme Leoni de Alberto Giacometti, vendida por 28.4 millones.
Todas estas obras, con excepción de la de Klimt, se quedaron por debajo de los precios de salida con que Sotheby's los había presentado para esta gran subasta de primavera
Para este miércoles por la noche está prevista una de las joyas de la colección de primavera de esta casa de subastas, pero no es un objeto artístico, sino un libro antiguo: se trata de la biblia hebrea conocida como Códice Sassoon, escrita hacia el año 900 y una de las más completas y mejor conservadas de las biblias escritas en hebreo. Su precio de salida se sitúa entre los 30 y los 50 millones de dólares.