Dos retratos pintados por Francisco de Goya en 1805 rompieron récord pagado en subasta por un trabajo del genio de Fuendetodos, que se eleva ahora a $16.4 millones de dólares.
Esa es la cantidad que un comprador, del que no se han revelado mayores datos, pagó en la justa por El retrato de Doña María Vicenta Barruso Valdés sentada en un sofá con un perro y el retrato de su madre Doña Leonora Antonia Valdés de Barruso, sentada en una silla sosteniendo un abanico.
Los dos retratos se habían puesto a la venta por última vez en 1951 y llevaban desde entonces en manos de una colección privada.
Aunque la subasta de 49 lotes en Christie's era sin reserva, es decir, sin marcar un precio mínimo, la de los dos retratos de Goya, de 105 por 84 centímetros, se encontraba estaba garantizada por la casa de subastas para los vendedores. Se había estimado que conseguiría entre $15 y 20 millones de dólares. Y como la mayoría de las 36 obras vendidas finalmente, se ha quedado cerca de la parte baja de esa estimación.
Suerte de Varas, 1824. Francisco de Goya. Foto: Getty Museum Collection
El récord anterior pagado por un Goya en una subasta se había fijado en 1992 cuando el Getty Museum adquirió en la sala Sotheby’s de Londres Suerte de varas por $7.4 millones de dólares, un precio que, ajustado a la inflación, hoy superaría los $15 millones de dólares.
Una obra importante
Según explica el ensayo preparado por Christie’s sobre los cuadros, que se expusieron en 2008 en el Museo del Prado en la exposición Goya y la guerra, este era uno de los pocos retratos dobles del aragonés que quedaban en manos privadas, y se trata también del único protagonizado por dos mujeres.
Su creación marcó un momento clave en la carrera del maestro y representa el principio de un periodo de creciente libertad artística.
Fue uno de los primeros que realizó conforme el patronazgo de su arte salió de la corte y la nobleza y empezó a expandirse en la burguesía. Christie’s, en su página web, también habla de su excepcional estado de preservación, que presenta una oportunidad soberbia para estudiar la técnica de Goya.