Para dar vida a instalaciones monumentales que parecen emerger de las paredes y techos de diversos inmuebles, el artista japonés Tanabe Chikuunsai IV teje, de forma artesanal, miles de tiras de bambú.
Así, este artista del bambú de cuarta generación, empuja dramáticamente los límites de la forma de arte.
Mientras continúa con la tradición de su familia de tejer canastas de flores de bambú y obras escultóricas más pequeñas, Tanabe también es conocido por usar dicho material para crear obras de arte contemporáneas a gran escala e instalaciones en museos y otros lugares de todo el mundo.
Nacido en Sakai, Osaka, Tanabe Chikuunsai IV se formó como escultor en la Universidad de las Artes de Tokio.

Luego estudió cestería tradicional japonesa en Beppu, en la prefectura de Oita, y con su padre, Tanabe Chikuunsai III. Consciente de los ciclos de la vida artística, Chikuunsai actualmente transmite a sus hijos las habilidades y el conocimiento que heredó de generaciones anteriores.
Cabe subrayar que este artista además es consciente de la vida del bambú que utiliza en su trabajo, por lo que no solo lo cosecha en los bosques de Kochi en Shikoku, sino que también se esfuerza por nutrir y preservar las siembras en estos lugares.
Para las instalaciones que lleva a cabo en diversos lugares, Tanabe Chikuunsai IV solía utilizar torachiku o bambú tigre, que ahora, por muy diversas circunstancias, escasea.

Debido a lo anterior, este artista decidió empezar a utilizar otros dos tipos de bambú: madake (o bambú de madera japonés) y kurochiku (bambú negro), que lamentablemente también está empezando a desaparecer.
Sobre su proceso creativo resulta fascinante que mientras teje las tiras de bambú, Tanabe Chikuunsai IV suele reflexionar sobre las conexiones (o tsunagari) entre los humanos y la naturaleza, las generaciones presentes y pasadas, y las culturas que reúne a través de sus instalaciones.
Cuando sus exposiciones llegan a su fin, este artista acostumbra a desmantelar cada instalación y guardar las tiras de bambú que empleó en cada pieza para después volver a usarlas en su próximo trabajo, creando así una conexión generacional entre sus obras y evitando el desperdicio de bambú.