Las líneas y formas que hacemos en las hojas de libros y cuadernos no son simples rayones, sino garabatos. En inglés, eso es conocido como doodling y es todo un arte, en el que solo se necesita un lápiz, plumón o latas de pintura para crear mundos llenos de cualquier dibujo que se te ocurra.
Sam Cox, mejor conocido como Mr. Doodle, es probablemente el artista británico que se ha hecho más famoso (y rico) por garabatear.
Un dato que te resultará curioso sobre Mr. Doodle es que su gusto por los garabatos se debe a una obsesión compulsiva por dibujar toda clase de personajes y formas, al grado de pintar su ropa, zapatos, casa y hasta el baño.
Sus fuentes de inspiración son lo mismo sus maestros y papás que Walt Disney, algunos videojuegos o Art Attack.
Los dibujos de Mr. Doodle son, en su mayoría, en blanco y negro. Fuente: Mr. Doodle Instagram
Para Mr. Doodle el garabatear es la forma más fácil de dejar salir su creatividad, pues para él significa crear arte sin permitir que el exceso de pensamiento se interponga en su camino.
Sus dibujos son, en su mayoría, en blanco y negro, y él prefiere hacer líneas oscuras y gruesas con marcadores y pintura en spray.
Para este británico el colorear por dentro no es lo mismo, pues es como si estuviera agregando algo al mundo en lugar de hacer más mundos. Debido a esta razón es que su estilo es así, pues deja que la gente decida en sus cabezas los colores.
El artista británico Mr. Doodle, de 28 años, es mundialmente famoso por sus creaciones. Fuente: Mr. Doodle Instagram
Su estilo es una filosofía de vida
Es importante explicar que cualquier aparición pública de Mr. Doodle encuentra a Cox envuelto en ropa cubierta con sus propias imágenes distintivas, algo sumamente curioso y genuino.
Resulta que su vestuario es central en su imagen debido a que Cox creó su alter ego en diciembre de 2014 cuando todavía era un estudiante en el programa de ilustración de la Universidad de West England, en Bristol.
Pero esto es nada comparado con cómo llevó su icónico estilo a un siguiente nivel al llenar las 13 habitaciones de su casa en Kent con los dibujos y motivos que lo han hecho mundialmente famoso.
Para crear esta pieza de arte, que es considerado el dibujo más grande del mundo, Mr. Doodle se tardó casi dos años.
En dicho proyecto empleó un total de 900 litros de emulsión, 401 latas de pintura en aerosol, 286 botellas de pintura para dibujar y 2,296 rotuladores, además de interminables horas en las que solo dejó fluir su imaginación para crear la que considera hasta ahora su mejor creación.