Perter Kogler es un reconocido artista que juega con la ilusión y la provocación de efectos ópticos para asombrar e hipnotizar al espectador.
Las creaciones de este artista alemán que radica en Nueva York tienen como objetivo confundir a la mente y llevar a otros espacios bien distintos a los que se está acostumbrado cuando se entra en una sencilla habitación.
Aunque comenzó pintando con óleo, la resina y los pigmentos en polvo pasaron a ser su sello de identidad rápidamente.
Sus creaciones, sin importar si son sus imponentes instalaciones, un pequeño lienzo o alguna fotografía, están realizados mediante dripping.
Dicha técnica es precisamente la que utilizaba Jackson Pollock creando lineas que, aparentemente, parecen aleatorias, pero que, especialmente en el caso de Linnenbrink, están hechas con total control y precisión.
Sus instalaciones de habitaciones enteras llenas de colores goteando se han realizado en edificios de todo el mundo debido a la gran popularidad que este alemán de 61 años cuenta.
La obra de Linnenbrink, si es que no la conocías, se caracteriza por la saturación de los colores, así como por una mágica aleatoriedad controlada que da como resultado obras orgánicas, espontáneas y fascinantes.