Esculturas biomórficas y en forma de bulbos en tonos lavanda, mandarina y rosa conforman la exposición individual más grande de la artista catalana Eva Fàbregas.
Devouring Lovers, título con el que fue bautizada la muestra, consiste en una serie de obras gigantescas y abultadas que fueron instaladas en la nave industrial del Hamburg Bahnhof en Berlín.
Las estructuras de hierro frío con formas suaves y regordetas juegan con colores atractivos y se transforman en esculturas monstruosas y orgánicas que parecieran cobrar vida y devorar todo a su paso.
Fàbregas asegura que las interacciones entre el espacio y cuerpo reflejan su pensamiento y la manera de conceptualizar una pieza.
Vistazo a la muestra Devouring Lovers, de Eva Fàbregas. Foto: Colossal
Para la artista nacida en Barcelona, sus esculturas son sólo ellas mismas y más bien, son todas las cosas que suceden en el mismo espacio las que afectan dicha instalación.
Estudió en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona y posteriormente cursó un posgrado en el Chelsea College of Arts and Design de Londres, ciudad en la que vive y trabaja.
Con instalaciones de gran formato, video y sonido, Eva explora los mecanismos del deseo y la erótica del objeto de consumo.
Sus obras abordan la cultura del bienestar, las terapias, el psicodrama y la industria del marketing que se genera a su alrededor.
Fabregas juega con el efecto sinestésico entrecruzando efectos de sonido y tacto; materia y acústica; espacio y piel con objetos de materiales blandos o inflables.
Ha llevado su arte a espacios como la Whitechapel Gallery de Londres (2015), Fundación Tan Miró de Barcelona (2017), Kunstverein de Múnich (2019), CentroCentro de Madrid (2019) y Kunsthtal Gent de GAnt (2021).
Su obra se exhibe en colecciones de la Fundación “La Caixa” de Barcelona, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, en Kunsthal Gent y MACBA de Barcelona.