Como un fuerte indicador de que el arte latino se está tomando más en serio en las altas esferas, el Museo Whitney de Nueva York nombró a Marcela Guerrero como curadora senior, una importante logro para la primera mujer del museo que se especializa en el trabajo de artistas de lugares como Cuba, México y Puerto Rico.
“Es importante que alguien con mi experiencia esté en este nivel, asegurándose de que el arte latino sea parte del tejido del museo, no una exhibición única aquí o allá”, dijo Guerrero al New York Times.
Mientras el movimiento Black Lives Matter ha centrado la atención en los artistas y curadores negros, los de ascendencia latina también han ganado reconocimiento.
Recientemente Adriano Pedrosa, director artístico del Museuo de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand (MASP) fue nombrado curador de la Bienal de Venecia de 2024, convirtiéndose en el primer latinoamericano en organizar la exposición de arte contemporáneo más antigua del mundo.

Marcela Guerrero en la biblioteca del Whitney. Foto: The New York Times
Otros nombramientos recientes incluyen a E. Carmen Ramos en la Galería Nacional de Arte en Washington, D.C.; Pilar Tompkins Rivas en el Museo Lucas de Arte Narrativo de Los Ángeles, y Rita González, en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.
Visión integral
Los cambios que Marcela Guerrero ha ayudado a impulsar en el Whitney son evidentes en todo el museo: textos murales y catálogos bilingües; nuevas técnicas de mercadeo para llegar a públicos diversos; adquisiciones y exposiciones que integran a artistas latinos.
El año pasado fue ascendida de curadora adjunta a curadora asociada, un puesto con un importante reconocimiento económico.
Guerrero -que tiene 42 años y es doctora en historia del arte por la Universidad de Wisconsin, Madison- llegó al Whitney procedente del Museo Hammer de Los Ángeles, donde como becaria de curaduría participó en la exposición de 2017 Radical Women: Latin American Art, 1960-1985.
Antes de su trabajo en el Hammer, Guerrero trabajó en el Departamento de Arte Latinoamericano y Latino en el Museo de Bellas Artes de Houston, donde se desempeñó como coordinadora de investigación para el Centro Internacional para las Artes de las Américas.
En el Whitney, Guerrero colaboró en 2020 en la organización de Vida Americana: Mexican Muralists Remake American Art, 1925-1945. También fue curadora de la exposición de 2018 Pacha, Llaqta, Wasichay: Indigenous Space, Modern Architecture, New Art, que presentó la obra de siete artistas latinos emergentes.
Mientras que algunos pueden verla como una pionera, Guerrero se ve a sí misma como parte de un esfuerzo de diversidad más amplio en curso en el Whitney y en museos de todo Estados Unidos.