El artista estadounidense Devan Shimoyama crea pinturas intrincadamente compuestas en las que solo busca representar una imagen positiva de los negros.
Lo anterior se debe a que creció en un hogar donde su abuelo a menudo ensayaba con la banda a la que pertenecía, por lo que siempre estuvo rodeado por la alegría de la creatividad.
Algo que también influenció y mucho a Shimoyama fue que su madre también asistió por un breve periodo a la escuela de diseño de moda, lo que generó en él un gran interés por el dibujo y la música clásica.
Por lo tanto, este artista, originario de Filadelfia, tuvo la suerte de contar con apoyo en todas las vías creativas que quiso seguir.
Los años pasaron y Devan Shimoyama decidió estudiar pintura y grabado en la Escuela de Arte de la Universidad de Yale, solo para profundizar su adoración por las artes.
El estilo que caracteriza su obra lo encontró cuando fue profundizando sobre los temas que más le interesaban y precisamente por eso es que encuentra inspiración en una multitud de cosas, que van desde las relaciones interpersonales, la religión, la mitología, los cuentos de hadas, los cómics, el anime y el drag.
Algo que resulta bastante curioso del proceso creativo de Devan Shimoyama es que, literalmente, hace una especie de inventario de materiales y a cada uno le asigna un número para poder usarlos de una mejor forma ya que usa tantos (y tan variados) que de alguna forma necesita organizarlos.
Entre los materiales que más suele utilizar se encuentra la pintura al óleo, telas, bisutería y lápices de colores, pero siempre sorprende utilizando un par de cosas poco comunes en cada obra.
El estudio en el que trabaja este artista cuenta con muchos tragaluces, por lo que sus horas de trabajo preferidas van del mediodía hasta la noche, que es cuando el sol llena de energía dicho lugar.
En general, Devan Shimoyama busca plasmar en sus creaciones las fuertes presiones que siente por ser negro y queer en Estados Unidos, pero sin dejar a un lado todo lo brillante con lo que cuenta, lo que hace que su obra sea sencillamente fascinante y profunda.