Las creaciones de la artista Alix Marie resultan maravillosas debido a que obligan, de una forma realmente bella e interesante, hacer frente a la representación de lo corporal, lo que debería ser sumamente natural.
Lo que hace esta artista multidisciplinaria francesa es romper con los estándares capitalistas occidentales de la publicidad de belleza y realmente representar a los cuerpos y sus “defectos”.
Por este motivo para Alix Marie es crucial plasmar, de la forma más genuina, las cicatrices y las estrías ya que son testigos de eventos importantes en la vida de las personas.
A veces de forma grotesca, pero sumamente cautivadora, esta artista suele mostrar magníficas imágenes ampliadas de la piel: moretones de color morado oscuro, granos rosados, labios húmedos e imperfecciones secas y agrietadas.
El cuerpo, que marca el límite entre nuestro exterior e interior, el yo y el otro, siempre ha sido un tema de mucho debate filosófico y precisamente por eso es que Alix Marie ha centrado gran parte de su carrera a reflexionar sobre el mismo.
Pero lo que más llama la atención sobre la propuesta de esta artista, que estudió en las prestigiosas escuelas de Central Saint Martins y el Royal College of Art, son sus esculturas fotográficas sobre diversas partes del cuerpo humano.
Resulta que después de practicar fotografía por un par de años, Marie detectó una correlación entre el caparazón de la piel humana y el de una fotografía.
El trabajo que realiza básicamente gira en torno a observar y profundizar para descubrir qué esconde una fotografía y qué hace de manera similar la piel humana.
Y es por eso que Alix Marie trata a las imágenes que toma como objetos o esculturas de la vida real, donde cortar una parte de la fotografía equivale a mutilar una parte del cuerpo mismo.
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