Cuando se piensa en Frida Kahlo inmediatamente viene a la cabeza la imagen de una mujer que contaba con un colorido, femenino y muy mexicano guardarropa lo que resulta genial debido a que ella seleccionaba cuidadosamente las prendas que usaba a diario, pues sabía que estas le ayudaban a construir su imagen.
Para Frida, quien nació un 6 de julio de 1907 en la Ciudad de México, su armario fue una poderosa herramienta con la que pudo afianzar su posición como mujer y artista en un mundo totalmente masculino.
Es importante señalar que la artista empezó a vestir faldas largas desde joven para poder ocultar la delgadez de su pierna derecha, pues en 1913, a los 6 años, enfermó de poliomielitis.
Dicha prenda adquirió una mayor relevancia en el guardarropas de Frida luego de que el autobús en el que viajaba cuando tenía alrededor de 18 años fuera enbestido por un tranvía, pues el pasamanos de este medio de transporte perforó su pelvis.
En dicho incidente, la joven también sufrió diversos daños como fractura en la columna vertebral, la clavícula, varias costillas y una de sus piernas se rompió en once puntos diferentes.
A partir de dicho momento a Frida Kahlo no le quedó de otra más que aprender a vivir con dolor físico y a explotar textiles y accesorios para crear la imagen de una mujer fuerte y llena de vida.
El vestido de Tehuantepec, una región al sureste de Oaxaca regida por una sociedad matriarcal, fue sin lugar a dudas su atuendo favorito.
El traje de Tehuana resultó ideal para la imagen que Frida Kahlo siempre buscó proyectar ya que se conforma de un huipil, una falda larga con enaguas y un tocado floral.
Este atuendo brindó a Frida Kahlo todo lo que necesitaba debido a que es colorido y femenino, pero además le permitió concentrar varios accesorios, como pendientes y collares, en la parte superior de su torso para así distraer la atención de su cuerpo roto.
Algo asombroso de esta famosa artista fue que convirtió su discapacidad en arte ya que sus corsés los utilizó como lienzos y la prótesis que tuvo que utilizar, luego de que le amputaran su pierna derecha en 1953, las decoró con motivos chinos y bordados de dragones.
Lo anterior inspiró a creadores como Alexander McQueen a presentar a la atleta paralímpica Aimee Mullins en la pasarela donde presentó su colección Primavera/Verano 1999 con dos espectaculares prótesis de madera labrada.
Frida Kahlo además de ser una gran pintora y regalarnos su legado artístico, mostró de la mejor forma cómo se construye un ícono en toda la extensión de la palabra.