El Nobel de literatura mexicano Octavio Paz escribió, en su radiografía sobre los mexicanos y lo mexicano (El Laberinto de la Soledad), que “si por el camino de la mentira podemos llegar a la autenticidad, un exceso de sinceridad puede conducirnos a formas más refinadas de la mentira”.
Esa biconversión dialéctica parecen haberlo entendido y asumido los artistas, quienes en muchas ocasiones mutan en una creación de sí mismos, que muestra lo más profundo de sus verdades, mientras que la imagen más honesta de sus personalidades ocultan lo que solo sus versiones bizarras permite que vea la luz.
Así es como en el mundo del arte proliferan personajes que tienen una o varias personalidades: alter-egos que inician como un apéndice del artista y terminan convirtiéndose en una personalidad independiente. Aquí te presentamos a tres estrellas de la música, que tienen personalidades paralelas de lo más interesante.
Bono: The Fly y Mr. Mac Phisto
El cantante y líder de la banda irlandesa U2 ha sido siempre un personaje controvertido e irreverente, como su propuesta musical punk rock exigía. Denunciando las desigualdades sociales, las masacres en nombre de la democracia o de un reino, el hambre en el mundo.
Pero el extremo de su crítica satírica llegó cuando se convirtió en un personaje de aquellos que criticaba, para encarnar una parodia que ya no lo dejó. Bono se convirtió en The Fly para su álbum Achtung Baby (1992), grabado enteramente en los Hansa Tonstudio, en el distrito de Kreuzberg, en Berlín, Alemania, (aceptan visitas guiadas, pero debes consultar con anticipación horarios o colarte un rato cuando pides pasar solamente al baño).
The Fly era un personaje de Bono para su gira Zoo TV –que promocionó el Achtung Baby–; se trataba de una estrella de rock totalmente estereotipada, con cabello largo y engominado hacia atrás, con grandes lentes de sol tipo Chanel, atuendo completo en cuero y de gestos sexuales exagerados.
La gira –plagada de pantallas, luces neón y una producción millonaria para lograr un performance más importante que los artistas mismos– buscaba denunciar los excesos de la cultura consumista de masas: criticar los eventos masivos, precisamente en un concierto masivo de rock. Sarcástico, más que irónico.
Con los lentes de mosca, Bono logró hallar el nuevo cariz de U2, que pasó de ser esa banda de denuncia y contestataria a enmascarar la denuncia, convirtiéndose en las situaciones denunciadas: banales, superflúos, hablaban del amor, de la realidad sobreexpuesta, de la sobreestimulación de la globalización en las comunicaciones (radio, TV, cine, mass media). Sin embargo, pocos le conceden a Bono que The Fly haya sido parte de la crítica, y afirman que La Mosca se lo comió. En tanto que a otro de sus alter-egos, una de las muchas versiones de Mefistófeles, sí logró mantenerlo a raya, al grado de ya no utilizarlo.
Mr. MacPhisto es un personaje teatralizado que alude a un demonio de la literatura folclórica alemana, quien es sirviente de Lucifer: Mefisto. Ataviado en camisa roja y un conjunto de saco y pantalón dorados, con la cara maquillada como mimo de labios rojos y uno diminutos cuernos rematando cada extremo de la frente, MacPhisto fue creado por Bono para la segunda parte de la gira Zoo TV (en 1993).
También sirvió para ilustrar el video de animación, con textura de cómic, para la canción Hold me, thrill me, kiss me, kill me, de 1995, hecho ex profeso como tema principal de la película Batman forever, de Joel Schumacher.
El 9 de mayo de 1993, un día antes del cumpleaños 33 de Bono (como la edad de Cristo), MacPhisto hizo su debut, cuando comenzó la segunda etapa del Zoo TV Tour. Era la encarnación de la tentación de la cultura pop y de los banales logros del estrellato rocanrolero. Pero no olvidemos al primero y más grande alter-ego de este cantante: el mismo Bono.
Bono Vox es el primer alter-ego del cantante líder de la banda U2, quien responde al nombre de Paul David Hewson, nacido en el seno de una familia de madre anglicana y padre católico, en Dublín, Irlanda. Jamás usó su nombre real en sus presentaciones, así que podemos afirmar que, para llegar a ser verdaderamente auténtico como rock star, Bono decidió enmascarar, desde el principio, lo que es.
Prince: Camille y Jamie Starr
A través de los personajes que creaba, con características muy específicas, Prince exploraba lo que le interesaba tanto en el aspecto profesional como en el personal.
Por eso podemos decir que los álbumes inéditos de Prince son casi tan famosos como los que lanzó, con el único consuelo de que parte de este material archivado a finales de la década de los 80 terminó, con el paso de los años, en álbumes oficiales.
Tal es el caso de Camille, el alter ego fluido de género de Prince. Si bien para este cantante no era ajeno a emplear su falsete para Camille grabó su voz a una velocidad más lenta y luego la ajustó al tono más alto para así poder obtener una voz con un sonido muchos más femenino.
La mayoría de las canciones interpretadas por Camille aparecieron en el álbum Sign o' The Times de 1987, que incluía canciones como Strange Relationship, If I Was Your Girlfriend y Shockadelica.
Prince también usó este personaje como un vehículo para explorar el concepto de personalidades duales y las luchas internas entre el vicio y la virtud, por lo que se volvió en un verdadero mito.
Pero resulta que esta no fue la primera, ni la única vez, que Prince creó un alter ego para crear música ya que en 1981 usó a Jamie Starr para crear música.
El origen de este se debió a que Prince tenía una cláusula en su contrato discográfico que no le permitía producir con otras personas, así que bueno, puso su imaginación a volar para formar parte de otros proyectos que le interesaban y de ahí es que nació Jamie Starr, el cual formó parte de la agrupación The Time.
Damon Albarn: 2-D de Gorillaz
Cansado de los grupos de pop un tanto acartonados que veían en MTV y ansioso por experimentar con el hip-hop, el líder de Blur, Damon Albarn, y su compañero de departamento e ilustrador Jamie Hewlett concibieron la descabellada, pero al mismo tiempo genial idea de una banda ficticia y animada llamada Gorillaz en 1998.
Al igual que Prince, Albarn usó el anonimato para crear música que nunca le permitirían lanzar con Blur. Así que de ahí nació Stuart Pot, mejor conocido como 2-D, el vocalista principal, tecladista y líder de Gorillaz.
Resulta bastante cómico que este personaje tenga su origen en Chris Gentry, de la banda de britpop Menswear, pues inicialmente fue diseñado como una sarcástica representación del clásico cantante bonito de la década de los 90.