Un día como hoy, de 1914, nació Octavio Paz, poeta, ensayista, dramaturgo y diplomático mexicano.
Ganador del Nobel de Literatura en 1990 y del premio Cervantes en 1981, Paz es uno de los escritores más influyentes del siglo XX y uno de los grandes poetas de todos los tiempos.
Celebramos su legado con 10 frases que quedaron inmortalizadas en sus textos.
El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio frecuente y prolongado.
Mis palabras, al hablar de la casa, se agrietan. Cuartos y cuartos habitados sólo por sus fantasmas, sólo por el rencor de los mayores habitados. Familias, criaderos de alacranes: como a los perros dan con la pitanza vidrio molido, nos alimentan con sus odios y la ambición dudosa de ser alguien.
Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados.
Dios existe. Y si no existe debería existir. Existe en cada uno de nosotros, como aspiración, como necesidad y, también como último fondo, intocable de nuestro ser.
El mundo nace cuando dos se besan.
La manifestación más pura e inmediata del tiempo es el ahora. El tiempo es lo que está pasando: la actualidad.
El sentimiento de soledad, nostalgia de un cuerpo del que fuimos arrancados, es nostalgia de espacio … ese espacio no es otro que el centro del mundo, el “ombligo” del universo.
Golpean mis pechos tus fantasmas, despiertas a mi tacto, hielas mi frente, abres mis ojos.
Para mí la poesía y el pensamiento son un sistema de vasos comunicantes. La fuente de ambos es mi vida; escribo sobre lo que he vivido y vivo.
Defender a la naturaleza es defender a los hombres.