Es probable que alguna vez hayas escuchado a Randy Crawford, pues es una de las más grandes cantantes de soul y jazz contemporáneo.
Esta artista estadounidense, que es más conocida en Europa, cuenta con una voz increíblemente suave y llamativa que transporta a lugares inesperados.
Randy nació el 18 de febrero de 1952 en Macon, Georgia, pero vivió casi toda su niñez y adolescencia en Cincinnati, Ohio, donde cantó por primera vez en el coro de la iglesia de su vecindario.
A los 15 años de edad ya contaba con una asombrosa reputación ya que sus presentaciones en clubes dejaban a cualquiera con la boca abierta. Debido a esto decidió dar un paso más arriesgado en su trayectoria y viajó a Europa, pues en diversas ocasiones le habían dicho que allá encontraría el lugar ideal para alcanzar la fama.
Cuando cumplió 21 ya había compartido escenario y estudio con leyendas del jazz como Aretha Franklin, Ella Fitzgerald, Quincy Jones, Cannonball Adderley y George Benson. Literalmente era una grande entre los más grandes.
Pero en 1976 decidió lanzar su álbum Everything Must Change y este la catapultó aún más, lo que resultó algo inesperado (y abrumador). A partir de ese momento su nombre no solo era conocido en Europa sino en todo el mundo.
El aterciopalo y distintivo estilo vocal de Randy ha acompañado una serie de proyectos de alto perfil, lo que incluye las bandas sonoras de Lethal Weapon 2 y la provocativa Jackie Brown de Quentin Tarantino.
Sus numerosos álbumes, entre los que destacan Street Life y Abstract Emotions, muestran su habilidad de convertir la música en emociones que sencillamente se meten debajo de la piel y nadie la supera en esto.