Incluso antes de que el hip-hop fuera llamado como tal, había mujeres que ya estaban en la vanguardia de la cultura del rap como presentadoras, cantantes y productoras, por eso hoy presentamos una mirada retrospectiva al legado de las mujeres en el género.
Desde los primeros íconos de las décadas de 19070 y 1980, hasta las estrellas pioneras de los noventa y los que encabezan las listas de éxitos de la actualidad, estos son solo algunos de las primeras pioneras que cambiaron el juego.
MC Sha-Rock, conocida como la "madre del micrófono", comenzó como la primera maestra de ceremonias del hip-hop en la década de 1970 cuando sus rimas le valieron un lugar como miembro de The Funky 4+1.
No obstante, durante sus primeros años en el gremio, no fue tomado en serio por las generaciones mayores y las compañías discográficas, por lo que los artistas tuvieron que luchar por el reconocimiento.
“Puedo decirte cómo nos dijeron cuando éramos adolescentes que esto era solo una moda pasajera", recuerda MC Sha-Rock, "No fue hasta que las estaciones de radio corporativas de Estados Unidos vieron que estas niñas con pocos o nulos recursos creaban algo de la nada".
The Funky 4+1, con Sha-Rock en el centro, se convirtió en el primer grupo de hip-hop en conseguir un contrato discográfico, y el primero en presentarse en la televisión convencional cuando fueron invitados a aparecer en Saturday Night Live.
Este fue, en esencia, el comienzo de la incursión de las mujeres en la corriente principal del género.
Luego, entrando hacia la década de 1980, se presentó otro nombre importante, Sylvia Robinson, fundadora y directora ejecutiva de Sugarhill Records, que cuando lanzó Rapper's Delight, creó la primera canción del género cantada y producida por una mujer en alcanzar el éxito comercial y la primera en aparecer en el Billboard Top 40.
Con ese éxito, las mujeres empezaron a oírse en la radio comercial, y no solo eso, los raperos dejaron de esperar a que las compañías discográficas lanzaran su música, y comenzaron a lanzar sus propias cintas en casete.
"No pasé por un gran estudio. Mi disco se grabó en una cinta de casete... y lo que hizo fue enseñarle a los jóvenes cómo se hacía esto" dijo Roxanne Shante, otro nombre que era conocida en Queens en la década de 1980 como una de las MC más feroces.
A medida que el hip-hop dejaba su huella en la cultura dominante en la década de 1980, las mujeres tuvieron que luchar más por el reconocimiento en una industria dominada por los hombres, no obstante, formaron con fuerza una nueva cultura dentro de la música que solo podía lograrse con piel sumamente gruesa, porque, para empezar, "aunque podías ser tan bueno como cualquier hombre", dice la rapera Monie Love, otro nombre que tomaba fuerza a mediados de la década de 1980, "era difícil que no recibías el nivel de respeto que merecías como una mujer en el micrófono".
En 1989, un año que seguía siendo testigo del ascenso de las mujeres en el hip-hop, Queen Latifah pidió a Love que se uniera a ella para escribir un himno para empoderar a las MCs, un término que significa “maestro de ceremonias”, lo que llevó al sencillo definitivo de la lucha femenil en el rap, Ladies First, que celebra la destreza lírica y el talento de las mujeres en la industria.
En ese momento, aunque algunas letras de las contrapartes masculinas estaban cargadas de términos despectivos hacia las mujeres, lo cierto es que el género estaba mostrando una unidad imbatible entre el nicho femenino, tanto que Love recuerda que como maestra de ceremonias en la década de 1990 siempre fue cuestionada sobre la misoginia que sufría, a lo que ella simplemente contestaba: "No me pertenece... (Queen) Latifah y yo estamos aquí llamando a las hermanas reinas. Eso es lo que estamos haciendo".
Mientras el género crecía, también lo hicieron las canciones cargadas con mucha feminidad, inspirando así a los nombres que cargarían la lucha durante la segunda mitad de los noventa, el tiempo más próspero para el rap, como Yo-Yo, de Compton, quien se manifestó abiertamente contra la misoginia en el gremio y abogó por el empoderamiento de las mujeres en su música en canciones como el clásico de 1991, You Can't Play With My Yo-Yo, con su compañero rapero de la costa oeste, Ice Cube.
"Fue realmente una oportunidad para ponerse de pie y ser audaz y valiente y representar a las mujeres de una manera diferente, así como de abrazar el atractivo sexual". Y fue con esas palabras que una nueva generación de estrellas femeninas del hip-hop surgieron hacia el nuevo milenio, pero más importante, mandando un contundente mensaje de empoderamiento.
Así, artistas como Missy Elliot, Salt-N-Pepa y Lil Kim fueron los primeros nombres del rap femenino que vendieron más de un millón de discos imprimiendo un estilo de abrazar con valentía la propia sexualidad.
“Todas las que cantan hoy tomaron una página del libro de Salt-N-Pepa. Todas”, sentencia Monie Love.
A medida de que el hip-hop se volvía más exitoso entrando hacia la década de los 2000, más hubo entrada al lado corporativo, y así, las cosas comenzaron a cambiar para las mujeres, que nuevamente enfrentaron presión para encajar con la determinada imagen que obviamente estaba concentrada en la exposición varonil, y además, con el hecho de que los ejecutivos discográficos contrataban a menos mujeres.
Según MC Sha-Rock, en los primeros días del género, e incluso cuando se fortaleció la presencia femenil, había menos enfoque en la apariencia de una mujer y más enfoque en sus habilidades como maestra de ceremonias, no obstante, en el nuevo milenio tenían que ser perfectas en ambas.
"En 2005, creo que en algún momento me di cuenta o miré a mi alrededor y dije, ¿dónde están las mujeres? Porque incluso cuando salí, éramos pocas", menciona la rapera Eve, que en 1999 había lanzado Let There Be Eve ... Ruff Ryders 'First Lady, haciendo historia como la tercera artista femenina de hip-hop en encabezar la lista Billboard Hot 200.
Y aunque se considera "completamente afortunada" de tener el apoyo de Ruff Ryders que le animó a ser ella misma, luchó para navegar en una industria dominada por los hombres. "Cuando digo dominado por hombres, no me refiero a la gente en el escenario, me refiero a la gente con la que tienes que firmar contratos, la gente con la que tienes que negociar", dijo.
Pero a pesar de las presiones de la industria, las artistas pioneras se mantuvieron fieles a sí mismas y produjeron un trabajo legendario que sigue influyendo y definiendo a los hombres y mujeres de la actualidad, con lo que dieron pie a los nombres de hoy, como Nicki Minaj, que irrumpió en escena en 2010 con su álbum debut Pink Friday y su sencillo Super Bass en un momento en el que el hip-hop mainstream carecía de voces femeninas.
Con esa fuerza y el background de los nombres de las pioneras, sumado al auge de las redes sociales, se romperían las grandes barreras, tanto que, durante la última década, Nicki se ha convertido en una de las artistas femeninas más vendidas de todos los tiempos, con más de 100 millones de discos vendidos.
Otro ejemplo notable es el ascenso de Cardi B, quien inicialmente fue conocida en Estados Unidos como una artista prometedora en el programa de telerrealidad Love and Hip-Hop, pero a través de las redes sociales es donde pudo promocionar sus mix tapes, haciendo crecer su propia plataforma y desarrollar una base de fans, todo antes de conseguir un gran contrato discográfico con Atlantic Records en 2017.
Tras sus primeros años, hoy se ha hecho la única solista femenina en ganar un Grammy al Mejor Álbum de Rap.
"Hay cosas que los artistas hacen ahora que son fascinantes (...) la forma en que usan las redes sociales y la forma en que pueden lanzar sus carreras por sí mismos y la forma en que no tienen que esperar a que un sello los firme", dijo Cardi.
Al final, son ellas que aún cargan el nombre de la fuerza de la feminidad, una que llegó, como el mismo género del hip-hop, que llegaría no solo para no irse, sino para tomar fuerza con el pasar de los años.